Será la magistrada del Juzgado de Primera Instancia 6 la que decida sobre la inmunización completa ante el COVID de un adolescente ourensano. Su padre ha recurrido a la vía judicial para reclamar la segunda dosis, después de que su expareja y madre del menor enviase un escrito al Sergas oponiéndose al segundo pinchazo.
El progenitor explica que fue él quien solicitó la cita para su hijo al percatarse de que el niño faltó a la primera llamada. “Pedí la cita y lo llevé yo a Expourense”, afirma. Esto ocurrió el 11 de septiembre y el día 23, la madre acudió con el menor a consulta médica alegando que presentaba cefaleas y cansancio en los días posteriores. Según consta en la documentación presentada en el juzgado, la progenitora mostró su posición contraria a la vacuna. Al día siguiente remitió el escrito al Sergas.
El padre defiende la efectividad y seguridad de la vacuna y no quiere que la protección del menor se vea reducida al no completar la pauta. Por eso ha iniciado un expediente de jurisdicción voluntaria para que sea el órgano judicial el que decida sobre esta cuestión. Por el momento, la madre, a través de su representación legal, ha presentado un extenso escrito de oposición a la petición del padre en el que pone en duda la garantía de calidad de la vacuna.
Vincula los problemas de salud de su hijo a la dosis recibida y afirma que “teniendo en cuenta el interés superior del menor, no debemos de exponerle a dicho riesgo sin una valoración adecuada de este u otros tipos de patologías que pueden derivarse de la administración de este medicamento”.
"Fórmulas novedosas"
El escrito de la parte materna incide en que la sustancia “no es una vacuna”, sino un “tratamiento de terapia avanzada”, y alega que “no existe conocimiento informado de las sustancias que pretende inocular el Sergas”. Añade, además, que “no cumplen los requisitos para alcanzar las garantías mínimas exigibles y uso racional”. Lo que es exigible para cualquier medicamento comercializado, apunta el escrito, “ha dejado de exigirse para estos medicamentos especiales inoculados sin prescripción facultativa, sin conocimiento informado y sin ningún tipo de análisis clínico previo a los pacientes. Y lo que es aún más grave, estos medicamentos especiales son fórmulas novedosas sin experiencia alguna que pueden suponer alteraciones genéticas con daños irreparables en el ser humano”.
El informe forense recomienda completar la pauta
Pide que se rechace la pretensión del padre y que se libre oficio al Sergas, el Ministerio de Sanidad, a la Agencia Española del Medicamento y a los laboratorios Pfizer, AstraZeneca y Moderna para que acrediten información sobre el virus, la vacuna y las autorizaciones de comercialización. La jueza ha ordenado remitir dichos oficios y ha pedido al Imelga informe médico forense del menor. El examen concluye que no presenta alergias o contraindicaciones para la vacunación antiCOVID y que “sería conveniente completar la pauta”, como reclama el padre.
