Optimismo en el regreso a la normalidad en Ourense: “Esperemos que sea definitivo”

Dos clientes disfrutan de unas cañas en la barra, en el bar Orellas de la rúa Paz.   | // FERNANDO CASANOVA

Dos clientes disfrutan de unas cañas en la barra, en el bar Orellas de la rúa Paz. | // FERNANDO CASANOVA / s. de la fuente

Cuarenta y tres casos activos por infección de coronavirus, dos de ellos ingresados en el CHUO y la UCI vacía de pacientes COVID. Así estrenó Ourense el fin del estado de emergencia sanitaria activado por la Xunta el pasado 13 de marzo. Con los indicadores asistenciales en mínimos y el ánimo elevado.

La ocupación máxima recupera el 100% en prácticamente todos los ámbitos y la hostelería ya puede funcionar con el aforo completo en sala y barra respetando la distancia de seguridad. Tras 19 largos meses de cierres y restricciones, esta nueva normalidad “es como volver a lo de antes”, comentaba por la mañana José Manuel Iglesias, propietario del bar Orellas en la rúa da Paz.

“Ya casi podemos recuperar nuestra vida normal, pero no hay que olvidar que la pandemia no terminó”

Alfonso Rueda

— Vicepresidente primero de la Xunta

El optimismo ante la nueva situación es generalizado, pero desde la Xunta, el vicepresidente primero Alfonso Rueda ha hecho un llamamiento a “seguir siendo prudentes para no dar pasos atrás”. Así lo expresó en un acto con las agrupaciones de Protección Civil celebrado este sábado por la mañana en Castrelo de Miño. “Ya casi podemos recuperar nuestra vida normal, pero no hay que olvidar una cosa, la pandemia no terminó”.

En este sentido, señaló que, si bien se puede “volver a disfrutar de la hostelería casi como antes”, se mantiene el uso de la mascarilla y distancia en interior.

La hostelería ya puede completar el aforo.   | // FERNANDO CASANOVA

La hostelería ya puede completar el aforo. | // FERNANDO CASANOVA / s. de la fuente

La expresión “como antes” fue la más repetida ayer en el sector. En el bar Beker, en la calle Valle Inclán de Ourense, Alba Alonso constata una mayor animación en la gente. Es “como antes”, dice. En todo caso, el cambio no se percibía demasiado en esta cafetería del centro, con más ambiente en días laborables. “Mucha gente se va el fin de semana, pero hoy como es sábado tendremos más hacia la noche, la gente está muy animada, se ve que tenían ganas de esto”, recalca Alba.

"La gente está muy animada"

Alba Alonso

— Cafetería Beker

No muy lejos, en Cardenal Quevedo, el bar 1008 también esperaba un mejor ambiente de tarde-noche. “Por ahora ha sido un día tranquilo, aquí la terraza siempre funcionó bien y ahora que podemos usar la barra estamos muy contentos”, señalaba a primera hora de la tarde.

Aunque no todos los clientes se atrevieron a hacer uso de la barra. En un ejercicio de prudencia, muchos siguen optando por consumir en la terraza o en las mesas del interior.

Y tampoco todos los bares la ha han habilitado, al menos de momento. En O Pote, en la calle Lepanto, en pleno corazón del casco histórico, David prefiere ganar espacio en la sala. “La barra es pequeña y prefiero dar espacio a las mesas”, señalaba.

"Espero que esto sea definitivo”

David

— Bar O Pote

La nueva situación supone un balón de oxígeno para la hostelería tras 19 meses de restricciones y el optimismo es general. “Trabajamos bien durante el verano y espero que esto sea definitivo”, señala David, que se muestra precavido ante lo que pueda suceder en Navidad.

Más horario

Además del aforo, la hostelería puede ampliar su horario de apertura hasta la 1.00 durante la semana y la 1.30 los fines de semana. El protocolo establecido en el sistema de “cunchiñas” se mantiene, por lo que algunos establecimientos, como el Beker o el Orellas ya habían recuperado el servicio en barra. “Servir en la barra es un gran avance porque, en nuestro caso, con la distancia eran seis personas o seis grupos de convivientes, y eso implica seis mesas que quedan libres y que pueden ocupar otros clientes”, afirma José Manuel, del bar Orellas.

“Es lo que estábamos esperando, volver a lo de antes y empezar a olvidar todo esto”

José Manuel Iglesias

— Bar Orellas

El fin del estado de emergencia y recuperar la actividad normal en el negocio, afirma, “es lo que estábamos esperando, volver a lo de antes y empezar a olvidar todo esto”. Frente a la nueva etapa que se inicia, despliega optimismo: “Va a ir bien, estoy seguro”.

La normalidad también regresa a las residencias sociosanitarias. Los usuarios podrán recibir visitas sin limitaciones, aunque se mantiene la cita previa, y también los cribados periódicos de los profesionales.

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La entrada en la normalidad llega con la mayor parte del territorio ourensano libre de coronavirus. Solo 14 de los 92 que conforman la provincia tienen alguno de los 43 casos activos este sábado. Más de la mitad de los positivos se concentran en la capital y el concello limítrofe de Barbadás, que contabilizan 17 y 8, respectivamente. Pereiro de Aguiar y O Barco de Valdeorras tienen tres cada uno, y Porqueira, O Carballiño y San Cibrao das Viñas, dos.

El resto de los municipios con casos, Baltar, Boborás, Celanova, Leiro, Ribadavia, Xinzo de Limia y Xunqueira de Ambía, tienen un único positivo cada uno. Respecto a los nuevos contagios, solo cinco concellos registraron alguno en la última semana. Se trata de Barbadás, Xunqueira de Ambía, Leiro, San Cibrao y Ourense ciudad.

En el cómputo general, son 21.792 las personas que se han contagiado desde el inicio de la pandemia, y 21.307 las que superaron la enfermedad. La cifra de fallecimientos se mantiene en 443. La inmunización ha sido clave en esta batalla. Más del 85% de la población tiene la pauta completa.

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