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Ambiente en el mercado del Barbaña, celebrado ayer. | // IÑAKI OSORIO

La idea de trasladar la feria a los sábados no convence a los feriantes y pulpeiras

Los clientes del mercado lo ven bien, pero los habituales del Campo da Feira están en contra: “La tradición no hay que tocarla”

Muy pocos feriantes conocían ayer la última propuesta del alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, que valora trasladar la feria del 7 y el 17, además de la del 26 solo con mercadillo, a todos los sábados del mes. Sostiene el regidor que el mercado tradicional con su complemento gastronómico “sería un aliciente” para el turismo de fin de semana que se prevé con la inminente llegada del AVE. Afirma Jácome que supondría también un “impulso” para la hostelería, y “nunca una competencia”.

La idea la lanzó el fin de semana y ayer, día de feria en Ourense (si la cita coincide a domingo se pasa al lunes), fue recibida con sorpresa. No convence ni a feriantes ni a pulpeiras, y tampoco a los clientes de la cita gastronómica. Algunos compradores del mercado, en cambio, lo ven positivo porque al ser fin de semana y día de descanso laboral podrían dedicar más tiempo a curiosear.

Es la opinión de Ángeles que, pase lo que pase, dice, “nunca va a ser a gusto de todos”. También a Isabel y Marisol, que son clientas habituales, les parece “estupendo”. Matizan que el suyo es “el punto de vista del comprador” que presupone una posible mejora en la calidad del mercado. “Al ser el sábado día libre habría más gente de la ciudad y más visitantes, por lo que aumentaría la demanda”. Con mayor demanda, opinan, “los feriantes traerían más producto, más variedad, y sería mejor feria”.

Eso teniendo en cuenta que los vendedores ambulantes apoyasen el cambio. Antonio Jiménez, que regenta un puesto textil, avanza que si llegase a producirse el cambio “posiblemente no vengamos”. Está en contra de mover las fechas porque ya tienen su calendario interiorizado. “Habrá momentos en los que coincida con otra feria”, afirma, y recuerda que Allariz, a 25 kilómetros de la capital, ya celebra feria todos los sábados. “La gente está habituada a los días fijos, y nosotros también. Ya nos costó cuando cambiaron la del 26 por el 27 y después rectificaron. La gente estaba desorientada y los feriantes igual. El cambio puede ser bueno para la ciudad, pero para nosotros no, nuestro pan son las ferias que ya son fijas”, insiste.

A Josefa Romero tampoco le convence la idea. “Cae mal, está Allariz que ya es buena feria”. Antonio Suárez es de Verín y está de acuerdo con sus compañeros: “No está bien cambiar. El 7 y 17 está bien, ha sido así de toda la vida y a la gente le cuesta mentalizarse”.

Isaura González prepara una ración. | // IÑAKI OSORIO

En el Campo da Feira, donde se desarrolla la cita gastronómica, con pulpeiras y parrillada, ninguno de los consultados ve con buenos ojos esta idea. Juan Carlos Castro, pulpeiro de O Carballiño, no es partidario de cambiar un calendario que, dice, “ya tiene en cuenta que unas ferias no pisen a otras”. Señala que Allariz ya hace feria todos los sábados y esto implica que casos como O Carballiño o Ribadavia, que adelantan la feria al sábado cuando cae a domingo, coincidan en la misma fecha. Si se suma Ourense, la situación se complicará todavía más. Llegado el caso, dice, “habría que estudiarlo”.

A Isaura González, pulpeira, tampoco le parece bien. Recuerda que “los sábados ya hay pulpo para llevar a casa, lo que va a pasar es que la feria de Ourense va a competir con Allariz y con todas las que caigan a sábado, porque siempre va a coincidir con otra en la provincia”. Asegura que ellos ya tienen programadas ferias “todos los días” y ve en la idea del alcalde una manera de introducir complicaciones en un calendario ya consolidado. “No le hace ningún favor a la feria ni a la hostelería”. Bisnieta de pulpeiros, Isaura asegura que cuando todavía estaba la feria en Os Remedios había 12 profesionales sirviendo raciones: “Ahora quedamos 4, si no vienen más es porque no se vende, y si seguimos haciendo boicot a la feria, al final...”.

Josefa Romero en su puesto textil. | // IÑAKI OSORIO

En este caso, el punto de vista del cliente coincide con el de las pulpeiras. A Juan Carlos no le parece mal que haya feria los sábados, “siempre y cuando mantengan las del 7 y 17, la gente está acostumbrada a los días fijos, y las costumbres no se deben tocar. El AVE también va a venir esos días”, ironiza.

“Todo lo que salga del 7, 17 y 26 que corra a cuenta del alcalde”, bromean en una mesa. “No es buena idea; la tradición es la tradición y no hay que tocarla”, señala Pepe. Lo demás, apunta su compañero José Manuel, “es ‘aburrición’, nos vamos a aburrir de tanta feria”.

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