En la ciudad de Orense a 6 días del mes de julio de 1630 años su merced el corregidor en esta ciudad por S.M. de pedimento de Facundo López barbero que fue de casa de su señoría el obispo don Juan Venido obispo que fue de este obispado, abrió el arca de los papeles de su señoría que tiene en su casa y en el libro de los asuntos de su señoría se halló la partida siguiente: “Estaba concertado el barbero de casa de afeitar a todos los criados del obispo mi señor cada 15 días y las sangrías que se ofrecieren todo en 30 ducados por un año empezó a trabajar a 14 de agosto de 1628. Va recibiendo a cuenta lo siguiente: primeramente, recibió de mano de don Álvaro de Salas 50 reales que pidió para la vendimia, más recibió en 23 de marzo de mano del alcalde mayor cuatro reales para comprar una viña, en 12 de septiembre de 620 al Facundo López barbero de casa 70 reales con los cuales se acabó de pagar todo un año. En 25 de septiembre de 629 recibió Facundo López barbero de casa 100 reales para la vendimia. La cual dichas partidas están rubricadas de su merced el dicho corregidor y con ellas” (AHDOURENSE 130/01)
1801.Pesca en el Miño
Una denuncia por haberle robado la pesca nos da datos curiosos sobre la pesca en el río Miño, que debía de ser actividad muy frecuente de casi toda la población siendo un complemento para la alimentación. Sistemas de pesca y destacar las angulas como pesca quizá más apreciada. Lorenzo Ojea vecino del coto de Oira denuncia a Tomás Pérez hijo de Juan domiciliado en Cudeiro dijo “que cuando el tiempo y mis ocupaciones de labranza me lo permiten me ocupó en el ejercicio de la pesca por medio de “teder” y otros armadijos permitidos. En el mes de agosto del año pasado tenía tendidas en el término de Areal y río Miño que por allí pasa algunas nasas para coger anguilas y cuando iba a levantarlas he sabido que el acusado lo había hecho ya de antemano llevando no poca pesca que tenían recogido y al mismo tiempo otra mucha que yo recogiera y había depositado en unos “cacifos” que hay para el efecto, lo propio que practico con otros pescadores, ejecutando este atentado no una sino tres o cuatro veces y con tal descaro y falta de arrepentimiento que aún en el día protesta que me ha de robar cuantas veces pueda y echar los barcos al medio de la corriente para que desaparezcan. Estos hechos me hacen sospechar juntamente que el mismo fue quien me extrajo una red llamada barredera que había puesto en un lugar amarrada a unos olivos que hay en la viña nombrada de Ariar… Presenta varios testigos que en sus respuestas insisten en acusar al Tomás de este robo y de otros varios, siendo tenido por “rapiñeiro”, “no perdona ni las estacas de las cepas de que resulta estar públicamente notado y que todos desconfían de su conducta.”
Antonio dos Santos declara “que siendo a su parecer la hora de 12 de la noche de uno de los días del mes de agosto último hallándose en una pieza inmediata al río Miño con Tomás Segura, Lorenzo González y otros de esta parroquia ocupado según se acostumbra en separar el mijo, maíz de la hoja sintieron algún ruido en dicho rio Miño y a poco tiempo llegó Gregorio Ojea de este domicilio dando parte que Tomás Pérez hijo de Juan vecino del juzgado de Cudeiro estaba robando los instrumentos y armadijos de pescar que tenían tendidos en el repetidor río dicho Lorenzo Gea parte querellante y otros vecinos de este lugar con el pescado que ya había en ellos, acudió de contado el testigo con otros más y en efecto vieron y reconocieron al Tomás en el sitio do Areal término de este coto que acababa de levantar del río las nasas y armadijos ocultando el pescado que tenían según así lo advirtieron en ellas mismas corrieron tras él para cogerlo pero no pudieron conseguirlo porque echó a correr río arriba y sin detenerse se puso en un barco y atravesó a la otra parte hacia lugar de Velle…” El mismo día 19 de febrero de 1801 se toma declaración a Manuel dos Montes que declara lo mismo que el tal Tomás “andaba robando los instrumentos y armadijos de pescar que tenían echados en el referido Miño el Lorenzo y otros vecinos con el pescado que había en ellos ocultando las anguilas que tenían…” (AHDOURENSE caja 636)
1655. UNA PENDENCIA
La vida tranquila de la ciudad de Ourense a veces se complicaba con pendencias que quizá se suscitaban por causas de poca monta que el vino complicaba. De una de ellas sabemos por la petición que se presenta pidiendo la excarcelación de quien parece inocente de todo en un incidente que acabó con un herido. El falsamente acusado es un clérigo que se metió a separar a los contendientes y que acabó metiéndolo en la cárcel. También es curioso que los que se ven involucrados son plateros, y es probable que la casa de la pelea fueran asuntos de piques profesionales. “José de Guzmán en nombre del licenciado Antonio Serrano clérigo presbítero vecino de esta ciudad en la querella y acusación criminal que contra él dio el fiscal eclesiástico de este obispado por decir que el dicho mi parte juntamente con Lucas Serrano su hermano y dos primos suyos hijos de Isidro de Montanos platero, en los 27 del mes pasado habían herido y hecho malos tratamientos a Domingo de Prado platero de que estaba muy mala y en cama y otras cosas contenidas en la dicha acusación… digo que le ha de absolver y dar por libre mandándole soltar libremente o por lo menos debajo de una fianza sin costas por lo siguiente: lo uno por defecto de parte legítima tiempo y forma más general. Lo otro hallará vuestra merced de que mi parte es buen sacerdote, virtuoso, pacífico y sosegado y de buena vida y costumbres según lo requiere su estado sacerdotal, quieto y apartado de semejante ruidos y pendencias como la que supone el fiscal. Lo otro no ha cometido ningún delito ni hallándose en la pendencia donde salió herido el dicho Domingo de Prado ni en ella ha tenido culpa alguna que a mayor abundamiento lo niego afirmándome en su confesión que en esta causa hizo, porque solamente se salió al fresco con Francisco de Montanos su primo, aquella noche y muy pacíficos se venían paseando por la calle adelante hasta llegar a la Rúa de los Arcedianos tuvo noticia de dicha pendencia y solo trató de ponerlos en paz a los que en ella andaban metiéndosele por medio según se ajusta de todos los testigos de la sumaria sin traer arma ninguna y luego que se aquietó la pendencia se trató de irse de allí en cuya ocasión sin más riñas entablaron con el riña y pendencia licenciado Antonio Cid también clérigo presbítero y el racionero González tratándolo mal de palabras como también se ajusta de la sumaria. (AHDOURENSE 637/1)
1794. ZAMORANOS
Ha sido muy importante en la Historia del Comercio de ourensano, la presencia de comerciantes de tierras zamoranas del Obispado de Astorga, que se ve eran hábiles y establecieron verdaderas dinastías comerciales que llegan a nuestros días. Una nota de ello es un documento del año 1794, de un empleado que llamado a filas pide exención por ser hijo de viuda a la que atiende. Pero nos basta para esta nota transcribir las circunstancias de este zamorano colocado por un paisano comerciante en Ourense: “Joaquín Ferrero natural de Muelas de los caballeros en el corregimiento de la Puebla de Sanabria digo que hallándome sirviendo como mancebo en el comercio de por menor de Pedro Bobo de esta ciudad le tocó la suerte de soldado en el sorteo que se celebró últimamente en ella para reemplazo del ejército y siendo como soy hijo de María Justel viuda pobre a la que estoy auxiliando y socorriendo con el producto de mis soldadas para mantenerse sin lo cual no podría subsistir mediante tengo resuelto poner en mi lugar un sustituto sin la piedad de su excelencia los señores de la real junta de agravios me lo permite a efecto de hacer constar dichas causas a la superioridad suplico se sirva mandar recibirme a sumaria información que ofrezco.” (AHDOURENSE, Caja 636).
(*) Director del archivo diocesano