La madrugada del 10 de mayo de 2020, en la primera ola del coronavirus, un hombre de 39 años entró en un supermercado por la fuerza, tras violentar la persiana metálica y el cristal de la puerta, y se apoderó de bebidas, alimentos y productos de higiene, objetos valorados en 210,55 euros. Escapó pero, cuando aún estaba cerca del súper con la mercancía, fue detenido por la Policía Local, gracias a la llamada de alerta de una testigo. El acusado acepta 6 meses de prisión y pagará 70 euros por los daños en el local, pues los productos se recuperaron.