La pandemia aceleró la necesidad de conectar con la naturaleza y sentirse libre y 'protegido' después de meses de confinamiento y temores de contagio. En familia, en grupo de amigos, en pareja o en solitario, las modalidades de turismo natural hace de esta moda una forma fácil de romper con la rutina diaria.

“Es una sensación única, te permite conectar contigo mismo”

Erika Conde todavía tiene el olor del Camino primitivo de Santiago de Compostela: “Es una sensación única, te permite conectar contigo mismo”. La ourensana admite que “quizás desde que llegó la pandemia, tengo más necesidad de salir y conectar prácticamente los fines de semana haciendo una ruta. Después de casi un año, antes de la pandemia, sin hacer ninguna, ahora me gusta salir a disfrutar de la naturaleza”. Sobre hacer el camino de Santiago sola, admite que “genera miedo o asusta un poco, pero hacerle me sirvió de reivindicación para demostrar que sí se puede”. 

La ourensana tiene en la naturaleza su vía de escape: “Me gusta caminar y escuchar lo que hay alrededor, explorar paisajes y al final con la pandemia, lo que me sorprende cuando salgo es que antes había rutas que estaban vacías, pero ahora es al contrario, incluso ves a familias enteras que se llevan todo lo necesario para pasar el día o la tarde por la naturaleza”. Añade que “antes no lo valorábamos tanto, pero desde el confinamiento se nota que cada vez la sociedad lo necesita más”. 

"Esta tendencia es una necesidad que tiene ahora la gente"

Erika registra rutas por el Xurés, pero es un lugar donde “me gustaría volver, porque desde que ardió el verano pasado no volví, pero también me apetece la zona de O Courel”. Identifica este crecimiento del turismo natural como “una necesidad que tiene la gente, el otro día por los Balcones de Madrid había mucha gente. Como no podemos tener ese contacto físico como antes, la gente se anima salir más al aire libre y disfrutar de una naturaleza de la que no era consciente y ahora quiere descubrir. Además se puede hacer solo o acompañado y es gratificante”.

Una imagen de una ruta del Xurés. //FdV

“Es una forma de desconectar de la rutina diaria”

Paco R. Ruiz ya tenía la aplicación Wikiloc antes del confinamiento para seguir las rutas marcadas desde la aplicación. La pandemia aceleró las ganas por perderse por la naturaleza, descubrir los rincones de la provincia y después del verano decidió acceder a los servicios de pago. “Fue en septiembre porque no teníamos tantas opciones de ocio durante la segunda ola que teníamos en Ourense y además era una forma de desconectar de la rutina que teníamos de casa al trabajo y del trabajo a casa”, dice el ourensano. 

"Es una moda que va a más, no solo de senderistas, también de bikers"

Su afición por la montaña viene de atrás, pero desde marzo del año pasado ha recorrido múltiples rutas de senderismo por toda la provincia. “Antes de la pandemia siempre solíamos ir por otras zonas que no fueran por la ciudad o alrededores como el Courel o el Xurés, pero con el confinamiento descubrí la de Santa Comba de Naves que no la conocía por ejemplo, o la de Santa Marta de Moreiras, entre otras. Otras, como las rutas de la Ribeira Sacra, siempre son un gran atractivo”, añade.

El ourensano incluso hizo una de 47 kilómetros desde la capital ourensana hasta San Pedro de Rocas. Y dice riendo, “fue una vez, pero eso es para hacer un día y poco más”. Destaca la faceta de desconexión con la rutina como el principal motivo, pero ve en el turismo natural una “moda que va a más, porque no solo es el senderismo, mucha gente se ha comprado bicis para hacer rutas de montaña y eso se nota, hay mucha más gente”.

Finaliza diciendo que “las rutas homologadas están muy bien, pero después hay otras que están sin mantenimiento y es una pena porque llegas a caminos que no puedes pasar”.

Una de las rutas por el concello de Boborás. FdV