Amigas das Árbores denunciará ante los organismos públicos competentes lo que califica como un “arboricidio” y un “ecocidio” en pleno corazón de la Ribeira Sacra, donde “más de 2,5 hectáreas fueron arrasadas y fue deshecha un bosque autóctono centenario”, con robles, abedules o sauces. Aseguran que se eliminó todo el sotobosque y el bosque de ribera al lado del río del Senra. Critican la eliminación de esta “fraga única al lado de la capital de Parada de Sil, puerta de entrada a dos de los monumentos más importantes y de más valor del conjunto Ribeira Sacra”.

Los Cañones del Sil son LIC, Lugar de Interés Comunitario-Rede Natura 2000, y ZEC, Zona de Especial Conservación. Los ecologistas se preguntan quién permitió esta actuación y por qué “no funcionaron los servicios de vigilancia, control y supervisión para evitar la eliminación de este ecosistema de muy alto valor medioambiental, etnográfico y cultural. Exigen explicaciones a las consellerías de Medio Ambiente y de Cultura, y a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Los cortes realizados son la práctica silvícola “más agresiva que se aplica en los montes de Galicia. Con este método se eliminan todos los árboles de una zona produciendo eliminación de flora y fauna, colmatización de los cursos fluviales y embalses, daños irreversibles de la biodiversidad, pérdida del suelo fértil, erosión y simplificación de los ecosistemas forestales. ¡No tiene justificación este destrozo!”, claman desde Amigas das Árbores.

La Ribeira Sacra es un BIC y Feijóo aseguró que “está garantizado el máximo nivel de protección” para este bien, con una extensión de 180 kilómetros cuadrados en 22 concellos de Lugo y Ourense.