Varias jornadas consecutivas de temperaturas suaves en las franjas centrales, sumadas a heladas de madrugada y por la mañana que contribuyen a que la vegetación se seque, han elevado el riesgo de incendios forestales en Galicia. La provincia de Ourense registra alertas desde hace varias jornadas. La mayoría se quedan en conatos, aunque algunos afectan a espacios de alto valor ambiental, como ha sucedido en dos ocasiones en las últimas fechas en el parque natural del Xurés, siempre castigado. Este marzo, por dos focos en los municipios de Calvos de Randín y Lobeira. Ayer se registraba en Chandrexa de Queixa el incendio forestal de mayor magnitud, hasta la fecha, en la provincia ourensana a estas alturas del año. Las llamas calcinaron unas 40 hectáreas en Requeixo. Se trata de un paraje con protección ambiental, de Red Natura.

La Consellería de Medio Rural informó de que el fuego comenzó a las 12.11 horas de ayer miércoles y quedó extinguido a las 20.50. En el operativo de extinción intervinieron un total de tres agentes, ocho brigadas y cuatro helicópteros. Acudieron a sofocar el fuego los efectivos de la BRIF con base en Laza.

El conductor de una motobomba fue trasladado la noche del martes al hospital, tras volcar en la localidad de Viveiro (Celanova), de camino a una alerta en Cartelle.