El 3 de enero del año pasado fue condenado en sentencia firme por la comisión de un delito contra la seguridad vial –aquella resolución era del juzgado de Instrucción Número 3 de Ourense– y ayer, este mismo acusado, se conformó con el pago de una multa de 1.080 euros más la privación del derecho a conducir durante 1 año y 8 meses, tras ser detectado por un radar móvil cuando circulaba a 218 kilómetros por hora por la autovía das Rías Baixas, la A-52, por el municipio ourensano de Xinzo de Limia. Este conductor reincidente fue juzgado ayer en unas diligencias urgentes, por un exceso de velocidad que cometió a las 13.10 horas del miércoles 24 de febrero. El cinemómetro registró su infracción en el punto kilométrico 198,1 de la autovía, en un tramo en el que la velocidad máxima permitida era de 120 kilómetros por hora, el límite genérico que rige en las carreteras de alta capacidad.
En su declaración, el acusado reconoció los hechos y prestó su conformidad con el relato, la calificación del delito y las penas solicitadas por parte de la Fiscalía. Apreciando la circunstancia agravante de reincidencia del acusado, que en un lapso de poco más de un año acumula dos condenas por delito contra la seguridad del tráfico, el ministerio público solicitaba que se impusiera a este conductor una pena máxima de 2 años y 6 meses de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, más una multa de 2.160 euros.
La pena finalmente impuesta al acusado se ve rebajada a 20 meses sin carné y a un desembolso económico de la mitad –1.080 euros– porque su reconocimiento de los hechos así como la aceptación de la sentencia de conformidad, que zanja la causa penal con el juicio rápido celebrado ayer en el juzgado de Xinzo de Limia, le supone una rebaja de un tercio.