El 95% de los casos activos en Ourense ciudad se diagnosticó en las dos últimas semanas

Un dato preocupante teniendo en cuenta que la ciudad de As Burgas acumula tres semanas de restricciones duras que se aplicaron inmediatamente después de las fiestas navideñas ante un incremento significativo de los contagios. El pasado 8 de enero se adoptaron limitaciones de movilidad perimetral con Barbadás y se adelantó el cierre de la hostelería a las 18.00 horas, reduciendo las reuniones a cuatro personas. Desde entones, las medidas han sido cada vez más limitativas hasta igualarse en toda Galicia pero los contagios han seguido creciendo. “Ourense ciudad entra en el abismo del millar”, apuntó ayer el alcalde en sus redes sociales, “el descenso firme debe llegar esta semana”.

La incidencia acumulada a 14 días alcanza los 907 casos por cien mil habitantes y es la segunda de las siete grandes ciudades gallegas con la peor situación, por detrás de A Coruña que llega a los 923. En el conjunto del área sanitaria, que abarca toda la provincia, la incidencia también es alta, 902, solo adelantada por la coruñesa, que se dispara a 980.

Con todo, la curva parece contenerse en territorio ourensano. En los últimos días ha registrado varias oscilaciones por debajo de los tres mil casos activos sin llegar a atravesar, por ahora, esta barrera.

Xinzo mantiene una tendencia favorabale y bajaba ayer a 213 activos. También registra un descenso acusado Ribadavia, con 39. Allariz contabilizaba 99, Barbadás 101, Celanova 74 y Oímbra 63. En O Carballiño, donde hoy se realizará un cribado a 2.000 vecinos, hay 89 casos. En Cartelle 58 y en O Barco 49.

Según la última actualización, con datos del viernes a las 18.00 horas, había en la provincia 2.963 infecciones activas por coronavirus y 186 requieren hospitalización. La carga asistencial es alta pero se ha visto aliviada en las últimas horas con ocho ingresos menos. Baja la ocupación en cama convencional, que pasa de 178 a 168 en 24 horas, pero sube en UCI, con 14 pacientes críticos, dos más que la jornada anterior. Ourense soporta la mayor carga, con 146 pacientes en su hospital y tres en centros privados, en el público de Valdeorras hay seis ingresos y en el de Verín, 13.

Tras un crecimiento disparado de los contagios y, en consecuencia, de la presión hospitalaria, las autoridades sanitarias confían en que las restricciones empiecen a hacer efecto y se reduzcan los contagios. El ritmo sigue siendo alto y prueba de ello es que el viernes se contabilizaron 136 casos nuevos de COVID en la provincia. No obstante, fueron más las altas, 159, por lo que la cifra de casos activos desciende. Son ya 13.013 las personas que se han contagiado desde el inicio de la pandemia y 9.699 se han curado. Lamentablemente, 350 no superaron la enfermedad y fallecieron.

Más altas que nuevos casos en las residencias

En plena segunda fase de la campaña de vacunación las residencias de mayores siguen siendo un foco de preocupación. Hay 18 centros que suman casi 200 contagios entre el personal laboral y la población residente. Con todo, ayer fueron más las altas recibidas que los positivos confirmados por PCR. Política Social comunicó diez nuevos casos que afectan a cuatro centros: dos usuarios en la residencia de Vilardevós, un trabajador en Quercus de Leiro, dos usuarios en Bande y cinco residentes más en Santa María de Verín. Los que negativizaron son 33, con buenas noticias en la residencia Quercus de Leiro que sufre el peor brote de los registrados en esta tercera ola en Ourense. 16 usuarios recibieron el alta, lo que reduce a 52 el número de usuarios afectados. También dieron negativo en la última PCR tres trabajadores de las residencias de La Esperanza, La Saleta y Vilardevós. En esta última recibieron el alta tres usuarios, al igual que en Bande. En Santa María de Verín son ocho los residentes que ya están libres del virus. En cuanto a los centros educativos, la semana cerró con 396 positivos entre el personal y el alumnado de la provincia, y 21 aulas y 2 centros cerrados.