El año de la pandemia ha incluido en Ourense un capítulo adicional para otra crisis: la de la gobernabilidad. Gonzalo Jácome salva 2020 como alcalde, apoyado únicamente por otros dos ediles fieles, Armando Ojea y Telmo Ucha. Los tres cubren el mínimo legal para celebrar juntas de gobierno. Lo cierto es que resiste. “Los traidores no ganaron”, declaró el regidor en una reciente entrevista en este diario. La oposición, tanto externa como interna –los críticos denunciaron ya en agosto irregularidades por las donaciones de asesores y el manejo de las cuentas, y el PP rompió el acuerdo de gobierno que habían sellado Jácome y Baltar–, da su parecer contestando a un cuestionario común. Las distancias parecen no estrecharse, sobre todo entre PSdeG y PP, los socios imprescindibles para una moción de censura exitosa.
Las preguntas para los distintos portavoces son las siguientes:
1) ¿Cómo valora que 2020 finalice y, cuatro meses después del estallido de la crisis de DO y del antiguo gobierno local DO-PP, Gonzalo Jácome vaya a empezar 2021 como alcalde?
2) ¿Ha notado paralización o ralentización en la gestión del Concello de Ourense desde que está en manos solo de tres concejales, el alcalde incluido?
3) ¿A quién o quiénes responsabiliza de que la solución política siga atascada?
4) ¿Es más probable un acuerdo entre PP y PSOE para una moción de censura, o que Jácome agote el mandato, hasta 2023, siendo alcalde?
VILLARINO (PSDG)
- Es el resultado de las acciones del Partido Popular, que tras situar a Jácome en la alcaldía, decide abandonar sus responsabilidades municipales y bloquear el cambio de gobierno al no poder liderarlo. El PP se desentiende de las necesidades ciudadanas, e impide que el partido más votado –el PSdeG-PSOE– ofrezca horizontes que devuelvan la esperanza a miles de personas que votaron por el cambio y que hoy reclaman, con insistencia, el gobierno que Ourense merece.
- La paralización se percibe a todos los niveles, decayendo el ritmo de trabajo respecto al ya improductivo del bipartito DO-PP (cuyo principal logro fue el presupuesto de 2020, que es un simple corta-pega del de 2014, e ignora las necesidades de la pandemia y sus propias promesas electorales). Las juntas de área informativas evidencian la paralización municipal: los tres concejales están tan sobrepasados por los múltiples asuntos de gobierno a atender que apenas son capaces de anotar los interrogantes de la oposición, y menos aún de formular propuestas. La pérdida de una subvención de 600.000 para la Plaza de Abastos número 1 es solo una muestra de su inoperancia
- Al Partido Popular, que utiliza la política como mecanismo de control político de la ciudadanía de Ourense. Prueba de ello son el uso de la alcaldía de la capital como moneda de cambio del poder en la Diputación, así como bloquear o vetar el único modo posible de cambiar el gobierno municipal: firmando una moción de censura contra el regidor actual. Al igual que manifestó el BNG, Ciudadanos debe demostrar su ideario regenerador y compromiso social apoyando la moción de censura presentada por el partido socialista el 5 de noviembre. No caben medias tintas al tratarse del gobierno de la ciudad.
- El PSdeG-PSOE ha demostrado, tanto al ganar las elecciones como en el momento en el que se fracturó el bigobierno DO-PP, su voluntad de diálogo para ofrecer un gobierno ilusionante a Ourense. Sin embargo, el Partido Popular entregó la ciudad a Jácome y prefiere mantenerlo hasta que acabe el mandato, pues teme que un gobierno socialista le reste opciones de éxito electoral en el futuro. Feijóo, Baltar y Jesús Vázquez anteponen sus intereses de partido a las necesidades, bienestar y progreso de la ciudadanía. Son incapaces de querer a Ourense. Quieren recoger frutos que no les corresponden porque no han sabido sembrar.
VÁZQUEZ (PP)
- La crisis estalló por un problema del alcalde, única y exclusivamente. Llegó creyéndose el salvador de la ciudad y se ha convertido en su destructor. Un escándalo que dinamitó a su grupo y la confianza del resto del gobierno. Al fallar la confianza en un asunto tan delicado, el pacto no podía continuar ante esta situación tan grave. El alcalde pudo haber dimitido, evitando así una penosa imagen, pero se negó a hacerlo enrocándose en su despacho. Jácome es feliz convirtiendo la política en un espectáculo al más puro estilo “Juego de Tronos”, pero de serie B, con anuncios irrealizables.
- Sin duda alguna. Todo lo que ha ido saliendo adelante fue porque el trabajo quedó gestionado desde los años y meses previos a la ruptura. Y lo poco que sale, es por la propia inercia administrativa del Ayuntamiento. El PXOM está listo, rematado y pendiente para su aprobación. Y si no ha salido y está paralizado es única y exclusivamente por el empecinamiento y capricho del alcalde. Pierde subvenciones, como por ejemplo la de 600.000 euros para la Plaza de Abastos por su desidia y falta de interés. Promete ocurrencias como rascacielos, túneles subterráneos, piscinas infinitas o parques mapamundi, mientras olvida la atención a quienes más lo precisan. Mientras nosotros gestionábamos (como ocurrió en la primera ola de la pandemia), él prometía ocurrencias. Se retrasa en todo, como en el caso de las luces de Navidad más caras de la historia, que llegaron tarde, mal y nunca a los barrios, por culpa de la inoperancia del gobierno. Destruye servicios que funcionaban, como La Molinera o el Aula CeMIT, el Museo Municipal o la atención del Concello por la tarde. No ha conseguido ningún acuerdo de colaboración con ninguna administración ni ha captado nuevos recursos, salvo gastar el dinero ahorrado por el Concello.
- Al PSOE, que se niega a cogobernar con el PP. El PP puso sobre la solución que demanda toda la ciudad: un gobierno de coalición entre el PSOE y el PP. Pero el PSOE de Ourense ha sido incapaz de pensar en Ourense y simplemente se limita a pensar en el PSOE. Siempre han preferido bloquear que construir, y lo están demostrando con creces como ya lo demostraron en el anterior mandato, haciendo la peor oposición de la historia.
- Lo hemos dicho rotundamente: si hoy el PSOE designa a un interlocutor que sea leal y piense en salvar la gobernabilidad de la ciudad desde la generosidad, la lealtad y el respeto a un pacto de coalición, esta misma tarde nos sentamos a negociar el futuro gobierno de coalición de Ourense.
CARIDE (CRÍTICOS DO)
- La política local ourensana se ha convertido en una política de selfis, postureos y memes. Una política de formas sin fondo y, por cierto, de muy malas formas, donde parece que solo prima el ganar batallas personales, y donde la ciudad y los ciudadanos no cuentan. De no haber sido así, hoy Gonzalo Pérez Jácome ya no sería alcalde.
- Por supuesto, los grandes asuntos sobre los que estábamos trabajando ahí quedaron. Paralizadas las renovaciones de las grandes concesiones de servicios o, en su caso, de posibles remunicipalizaciones, como el ciclo integral del agua. No se sabe nada a día de hoy de la comisión para la determinación del modelo de gestión de dicho servicio, ni del transporte público de viajeros, del que habíamos dejado aprobado inicialmente el nuevo reglamento y teníamos redactado el pliego para el nuevo contrato. Estaba trabajando en la renovación de la flota a través de distintas fórmulas y ahora hasta nos encontramos con una huelga de los trabajadores de la concesionaria, que no nos olvidemos que está en precario. A día de hoy tenían que estar adjudicados la mayor parte de los contratos para ejecutar las obras programadas para 2020-2021 del plan en el que estuvimos trabajando desde nuestra llegada, como por ejemplo la reparación integral de la calle Remedios o el asfaltado completo de Pardo de Cela desde la salida del Puente del Milenio hasta Progreso –y no asfaltar solo la parte de vía que rodea la estatua de Nexus–, o como la humanización de todo el entorno de San Lázaro, así como la acometida de importantes infraestructuras viarias en los barrios y zonas periféricas de la ciudad. Tampoco sabemos nada de los convenios con ADIF y con la Confederación Hidrográfica. El PXOM ha quedado totalmente paralizado, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible ha quedado como papel mojado. Son solo unos ejemplos.
- No hay ninguna duda, evidentemente: a los únicos que tienen la posibilidad de desatascarla, y esos no son otros que PP y PSOE.
- O mucho cambian las actitudes y prioridades de los dos grandes, PP y PSOE, o mucho nos tememos que Jácome acabará con el mandato y con Ourense.
SEARA (BNG)
- É unha desgraza para Ourense por unha mostra de irresponsabilidade de quen o colocou aí.
- É imposibel que o terceiro concello do país poida gobernarse con só tres concelleiros. Avanzan as cuestións que xa estaban iniciadas, mais cunha lentitude exasperante. Exemplo disto son a perda de subvencións, como a da Praza de Abastos, que o Concello ten que asumir con fondos propios. Alén dos anuncios, non hai nada concreto. Das concesións non se avanzou nada nestes meses; o PXOM está parado e sen que o alcalde teña a máis mínima intención en darlle impulso; remata o ano e non existe un borrador de orzamentos...
- Ao PP e a súa obsesión polo poder.
- Para poder presentar unha moción de censura fan falla 14 sinaturas validas. É dicir, é absolutamente necesario que o PP (todo ou parte) asine a moción. Mentres o PP non asuma que é o responsable da situación xerada e que o seu concurso é indispensable, teremos a Jácome de alcalde.
ARAUJO (CS)
- Me resulta triste que Jácome continúe como alcalde, básicamente porque demuestra que el resto de los integrantes de la corporación no han tenido la capacidad de llegar a un acuerdo para buscar una fórmula que signifique la verdadera gobernabilidad de la ciudad. Supone condenar a esta ciudad a un retraso aún mayor.
- Empiezo con una reflexión y es que Jácome nunca se molestó en gestionar nada; siempre se ha quedado en la publicidad rápida, fácil y en lo extravagante, lo único a lo que ha dedicado su tiempo es a cargarse la cultura de esta ciudad. Ahora mismo nos encontramos con tres personas en el gobierno sin experiencia para gestionar y, si pensamos en el futuro más inmediato de la ciudad, el termalismo sigue bloqueado, con la Chavasqueira cerrada, condenando a la ciudad al mayor fracaso. También desconocemos si el alcalde tiene algún interés en la llegada del AVE a la ciudad.
- Los culpables son PP y PSOE porque son los únicos que pueden solucionarlo, pero solo están pendientes de encuestas, redes sociales y expectativas de futuro. No están pensando en lo más importante, Ourense.
- La moción de censura solo será posible si Jesús Vázquez y Rafa Villarino dejan al margen sus intereses personales y piensan en Ourense y en los ourensanos. Si Jácome continua como alcalde, los únicos culpables serán ellos por no ser generosos con esta ciudad. Nadie tiene derecho a vetar a ningún miembro de otro partido en una negociación.
“El PP bloquea el cambio al no poder liderarlo; no quiere a Ourense”
“El PSOE ha sido incapaz de pensar en Ourense; bloquea en vez de construir”
“La política local se ha convertido en selfis, postureos y memes”
“A responsabilidade é do PP, obsesionado polo poder”
