Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Antonio Quiroga. | // FDV

La CHMS tramita una sanción de medio millón de euros por vertidos en Ourense

El organismo de cuenca no revela la identidad de la empresa, por el coste añadido que podría suponer para su imagen | Valorará si hay “reposición del daño causado”

Intervención en el río Arenteiro. | // FDV

Limpieza de una planta invasora en el Barbaña. | // FDV

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) procedió a la apertura de un expediente sancionador contra una empresa de la provincia de Ourense que realizó vertidos a un río, de forma reiterada, por lo que podría incurrir en “una infracción grave”, castigada con el pago de 500.000 euros. Para la imposición de este tipo de sanciones, el organismo de cuenca también tiene en cuenta “si hay una reposición del daño durante la tramitación del expediente”, con lo que podría rebajar la cuantía. Por encima de este tipo de sanciones, solamente se encuentran las consideradas muy graves, castigadas con cantidades que oscilan entre 500.000,01 y un millón de euros. La CHMS no desvela nunca la identidad del infractor, por el coste añadido que podría suponer para su imagen, por encima de la obligación de abonar la sanción en el momento que concluya el expediente.

El presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, advierte de que el organismo que representa “no tiene carácter sancionador, pero está obligado a exigir responsabilidades a las personas o entidades que atenten contra el medio ambiente”. Y tiene la obligación de “velar porque a una empresa, a un organismo o a un particular, no les salga más barato pagar la multa que realizar el tratamiento de aguas residuales necesario para no dañar el medio ambiente y la salud de los cauces fluviales”.

Quiroga destaca que hay 74 expedientes sancionadores incoados en la provincia de Ourense y 73 resueltos. Subraya que cuando se cierren los datos de este año, “esta cifra se va a incrementar”, a pesar de que la pandemia del coronavirus, el confinamiento y el posterior toque de queda y cierres perimetrales han incidido en la caída de la actividad laboral y aprovechamientos, por lo que también se ha desplomado el número de expedientes sancionadores.

Dentro del capítulo de inversiones, la CHMS dedica este año una partida de 1,2 millones de euros a la limpieza de ríos, de los cuales 200.000 corresponden a la retirada de plantas invasoras en el río Miño; destina 120.000 euros a retener la ceniza causada por los incendios y evitar un empeoramiento de la calidad de la masa de agua en el Parque Natural del Xurés y también actúa en la Serra de San Mamede, en el entorno de Rebordechao, para incrementar este tipo de actuaciones. Y se dispone a colaborar en la limpieza de los tramos urbanos de los ríos en ciudades y núcleos de población, “a pesar de que son competencia de los concellos”.

Realiza este tipo de trabajos para evitar inundaciones y favorecer la circulación de las aguas, mejorar el tránsito en los paseos fluviales y evitar que se produzcan tapones en zonas estratégicas y de paso. Quiroga destaca que este tipo de tareas “se multiplican en la actualidad, en contraste con el pasado, por la falta de aprovechamiento del medio rural”.

También subraya el esfuerzo que está realizando la CHMS para completar la depuración del río Barbaña. En estos momentos “se está elaborando el estudio de impacto ambiental, tras lo que se procederá a la licitación de las obras”. La inversión se eleva a 29,7 millones de euros. “Esta es una inversión estrella, una obra declarada de interés general”, recuerda el presidente. Tiene la esperanza de que esté concluido el estudio de impacto ambiental en el primer semestre de 2021. Y la licitación se hará, previsiblemente, a final de año para empezar la obra”.

La CHMS también realiza multitud de obras de saneamiento en muchos de los concellos de la provincia de Ourense, mediante convenios, a pesar de que se trata de una competencia municipal. El organismo de cuenca se está volcando en esta tarea, porque “están encaminadas a la mejora de las masas de agua”.

En fechas próximas, la CHMS firmará el convenio para retirar la presa de Gudín, en Xinzo, “una obra importante para la regeneración del río Limia, a pesar de que esta presa se encuentra en el Faramontaos”. Se asocia a la recuperación de unos meandros, por petición de la Sociedade Galega de Historia Natural.

José Antonio Quiroga asegura que, en las numerosas actuaciones que realiza la CHMS en los concellos de la provincia de Ourense, “no tiene en cuenta el color político de los alcaldes. Hay concellos gobernados por el PSOE, por el BNG, por independientes y también por el PP. Las inversiones que se hacen en A Baixa Limia son prácticamente todas para concellos del PP. Esto es importante destacarlo, en una dinámica provincial, donde a veces sale este tema a reducir: si solo se invierte en concellos del PSOE. No, se invierte en todo tipo de concellos”.

Entre los retos importantes que tiene la CHMS se encuentra el tratamiento de la comarca de A Limia, por la contaminación difusa substanciada en nitratos; la modernización del regadío de A Limia y la restauración de una zona muy castigada por las canteras de la pizarra en el oriente ourensano. “En el caso de A Limia afecta a toda la capa freática, afecta a los cauces y se acaba substanciando en el embalse de As Conchas”, apunta Quiroga. En el tema de las pizarreras de las montañas orientales, afecta a la calidad de las masas de agua. “Hay que recordar que una explotación de pizarra solo aprovecha el 3% de todo el material que extrae. Esos escombros todos, acaban revirtiendo en los cauces y empeorando las masas de agua. Por lo tanto, ese es un reto muy importante, al que estamos intentando ponerle norte, para solucionarlo”.

Un total de 600 kilómetros cuadrados están considerados “superficie de alto riesgo de inundación”, dentro de la demarcación de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, de los que corresponden a la provincia de Ourense 162 kilómetros cuadrados, que afectan a la comarca de A Limia, al Arnoia en Baños de Molgas y a otras zonas mucho más focalizadas. “En estas zonas sensibles se realizaron construcciones, a lo largo de los años, que no deberían realizarse, al constituir obstáculos para la circulación de las aguas, para evitar problemas cuando se producen las crecidas”.

En estos momentos la CHMS permanece vigilante, para que no se cometan este tipo de errores, que pueden suponer un peligro para el patrimonio, para el medio ambiente y para la población que resida en el entorno o pase por esas zonas. Afortunadamente, “ahora las normativas son bastante estrictas y las zonas están perfectamente identificadas, aunque en ocasiones se pueden producir errores que hay que corregir”, concluye Quiroga.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.