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Las colas del hambre, también en Ourense.Brais Lorenzo

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“Pensaban que venían al paraíso”

El párroco de Santa Eufemia del Centro afirma que se disparan las colas de personas, muchas de ellas emigrantes de mediana edad y con hijos, para recibir alimentos

Los efectos de la pandemia han traído también a Ourense las llamadas “colas del hambre”, que aguardan para recibir lotes de alimentos básicos, que les ayuden a sortear el bache. “Nos están sorprendiendo las cifras de perceptores de estas ayudas. Es raro el día que no llegan, solo a nuestra parroquia, dos o tres personas que muestran los papeles de Sociales, que avalan que son familias en situación de emergencia, y que necesitan ayuda, incluso de alimentos”, explica Manuel Mera, párroco de Santa Eufemia del Centro.

Ayer tenía a su disposición en los bajos de la parroquia varias donaciones del Banco de Alimentos, la entidad que colabora donando a Cáritas Diocesana, lo recaudado en las campañas de recogida solidaria que realiza durante todo el año. “En ocasiones son productos que tenemos que entregar con rapidez porque es fruta, leche y otros alimentos perecederos, que deben de llegar a su destinatario”, explica el párroco.

El local de reparto está muy próximo la iglesia de Santa Eufemia, pero la cola anoche, rodeaba la calle se extendía a lo largo de Hermanos Villar y Lamas Carvajal, donde decenas de personas con su carro de la compra, y de todas las edades, esperaban para realizar ese acopio de alimentos básicos par salir adelante.

“Son momentos difíciles, y el numero de beneficiaras era de algo más de un centenar y ahora tras el inicio de la crisis sanitaria superan los 200 solo en esta parroquia, pues Cáritas reparten en cada una de las parroquias de la diócesis y sabemos que en otras como la de Fátima en O Couto hay muchos demandantes también”, indica el párroco.

La mayoría de los beneficiarios “proceden de países como Colombia, muchos de Venezuela, de Rumanía Cuba; de persona de la ciudad, no superan el 5% del total”.

Le llama la atención al párroco como ha ido subiendo la demanda y “lo que es más duele s que vienen en algún caso huyendo de países en situación muy difícil como Venezuela, y piensan que aquí van a venir al paraíso, y se encuentran con una crisis sanitaria muy fuerte, y en una ciudad donde no hay casi oferta de trabajo”.

Ayudas para el alquiler o para el recibo de la luz

La labor de las Cáritas parroquiales es sobre todo de atención a demanda directas de alimentos, pero Cáritas como entidad, tiene también líneas de ayuda para paliar situaciones urgentes, tras el cierre e cientos de negocios y el paro, que pueden afectar a cualquier familia como los problemas para el pago del alquiler, del recibo del agua o de la luz en tanto no enderezan su situación. Solo en los primeros meses de la crisis sanitaria el comedor social de Cáritas ha pasado de los 270 menús hasta los 600 diarios. Cáritas fue la primera entidad en advertir de las consecuencias de la pandemia, por ello potenció todos los servicios relacionados con la cobertura de necesidades básicas, tanto el comedor social como de acogida a través de las parroquias, donde se atienden más de 500 personas nuevas cada días según los datos de la última memoria presentada por Cáritas.

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