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Los test rápidos detectaron un positivo en el cribado de tres centros del campus

326 alumnos de Historia, Aeroespacial e Informática se sometieron a la prueba | Los decanos constatan una caída de la asistencia desde el cierre perimetral de la ciudad

Cribado mediante test de detección en sangre en la Facultad de Educación y Trabajo Social. // Iñaki Osorio

Un docente de la Facultad de Ciencias imparte una clase con separación entre el alumnado. // Iñaki Osorio

Han pasado cinco semanas desde que el alumnado universitario regresó a las aulas y el curso avanza siguiendo el guión de los protocolos contra el Covid-19. Desde los diferentes centros destacan la normalidad dentro de este nuevo escenario en el que no se ha registrado hasta la fecha ningún brote y los casos positivos que se han registrado son puntuales e inicialmente ajenos a la vida lectiva. De hecho, el cribado que se inició el pasado miércoles entre el alumnado de los diferentes centros mediante test rápidos de detección en sangre hasta el momento ha tenido muy baja incidencia.

De las 326 pruebas rápidas realizadas entre el miércoles y el viernes de la pasada semana solo una ha dado positivo, concretamente en la Escuela Superior de Ingeniería Informática, donde se detectó un caso entre las 189 pruebas realizadas. Este positivo deberá ser confirmado por la correspondiente PCR que es la que realmente garantiza la fiabilidad del resultado. También se ha pedido esta prueba diagnóstica en el caso de un alumno de la Facultad de Educación y Trabajo Social, donde uno de estos test arrojó un resultado “indeterminado”.

En la Facultad de Historia, los 37 test realizados la semana pasada dieron todos negativo, al igual que los cien que se practicaron entre el alumando de Ingeniería Aeroespacial y del Espacio.

El cribado, realizado con test distribuidos por la Xunta y a cargo de personal de la Escuela de Enfermería, sigue en marcha esta semana en el resto de centros. Ayer se hicieron pruebas hasta las 20.00 horas, en las facultades de Derecho y Educación y Trabajo Social. En esta última, está previsto que pasen por las mesas habilitadas en el edificio de Ferro 600 estudiantes. Los de primer curso de Educación Social ya realizaron los test la pasada semana, todos con resultado negativo.

También en Educación han sido convocados varios alumnos de uno de los másteres por contacto con un caso confirmado este sábado. La identificación de los puestos ocupados por los alumnos mediante códigos QR facilita el rastreo y esta es una herramienta que han valorado los decanos y directores de escuela en estas primeras cinco semanas de curso.

Lo que sí han notado las aulas en las últimas semanas es un descenso del alumnado en la modalidad presencial. “Desde que se decretó el cierre perimetral de la ciudad, todos los decanos hemos detectado que muchos estudiantes han optado por quedarse en casa”, señala Gil Garrote, de la Facultad de Ciencias. Esta opción es comprensible, señalan, ya que cada vez es mayor la preocupación de las familias ante el aumento de los casos en Ourense. “La planificación que hemos realizado está saliendo bien, se ha invertido mucho en higiene y material para la docencia virtual”, señala el decano.

El centro ha adaptado las aulas a la matrícula y en primero, donde los tres grados comparten materias, utilizan el salón Marie Curie con una pantalla gigante. En los laboratorios se han adaptado horarios y grupos con desdobles para reducir el aforo y se refuerza la protección con mascarilla y pantalla. “Los alumnos tienen papel, gel hidroalcohólico y limpian su sitio después de cada uso”, destaca el decano.

El director de la Escuela Superior de Ingeniería Informática, Francisco Rodríguez, resalta también el buen comportamiento del alumnado en el cumplimiento de las exigencias higiénico-sanitarias, y la caída de la asistencia tras el cierre de la ciudad. Este centro ha tenido dos positivos y varias cuarentenas.

La planificación inicial, prevista para 125 alumnos en primero, tuvo que ser modificada al inicio por exceso de matrícula. “Son 133, pero ocho puestos más en este contexto Covid supone muchísimo”, explica el director. Hechos los cambios, la docencia presencial, sostiene, “es segura, se han tomado muchas medidas”. La mascarilla, señala, “es la medida fundamental, y a partir de ahí toda la limpieza que se hace mañana y tarde, y la desinfección”. En el sótano han instalado un purificador.

En la Facultad de Historia, donde también ha habido varias cuarentenas y un positivo reciente, la decana Susana Reboreda, defiende el buen funcionamiento de la docencia virtual y apuesta por hacer frente a las limitaciones que imponen estos protocolos con innovación. “Si hay voluntad por parte del profesorado, las aulas remotas funcionan muy bien”, apunta. La pasada semana organizaron con éxito las “III Xornadas: Olladas á Antigüidade” y otros docentes del centro se empiezan a animar a promover conferencias abiertas.

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