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"Estamos ahogados": los hosteleros piden ayuda "o cientos de personas irán al paro"

Convocaron una cacerolada de protesta en Plaza Mayor - "No podemos abrir por el Covid pero seguimos pagando alquileres, impuestos, luz, agua. Así no podemos sobrevivir", dicen -

Vista de algunos de los manifestantes con carteles de "Se vende. Razón la Xunta" . // Iñaki Osorio

"Estamos ahogados. El decreto sanitario nos obligó a cerrar nuestros locales, pero seguimos pagando impuestos, luz, agua, alquiler de locales. Sin ayudas no podemos seguir así. Si cierra la hostelería ourensana se van a la calle cientos de personas, no solo los locales sino muchos profesionales que dependen de nosotros, pues nos abastecen los productos que consumimos.".

Era parte del manifiesto de protesta con el que más de un centenar de hosteleros de Ourense se manifestaron en la tarde de ayer en la Plaza Mayor de la ciudad, con el cartel principal bajo el lema "¿Culpables de qué?", en relación con las restricciones especiales que han afectado a este colectivo empresarial desde que empezó la pandemia, pero también esta vez haciendo ruido mediante una cacerolada reivindicativa.

Los participantes asistieron esta vez con muchos de los objetos que forman parte de su oficio como cocineros, camareros, restauradores: ollas, tapaderas, bandejas, cucharones, para llamar la atención sobre una situación "de asfixia" económica.

El decreto sanitario que prohíbe desde el pasado jueves, abrir las cafeterías si no es para servir bebidas en su terraza exterior y que no permite consumir en el interior de esos establecimientos "nos parece algo intolerable, con este tipo de restricciones no podemos abrir, necesitamos que desde la Xunta se nos brinde algún tipo de ayudas, porque no se trata solo de las decenas de bares y profesionales de la hostelería que se irán al paro, sino de tantas personas cuyo trabajo depende también de que la hostelería funcione", indica Alex Castro, en representación de un colectivo de hostelería, AHROU, que aglutina a medio centenar de negocios.

"Vivimos en la incertidumbre, se emitió el decreto pero no nos dicen cuántos días van a durar las restricciones, qué podemos hacer, si hay fecha prevista para abrir", explican.

En torno a un 90% de los pequeños bares y cafeterías permanecen cerrados. El barrio de O Couto, donde se emitió el primer decreto de cierre perimetral antes de que esta medida se extendiera al resto de la ciudad, siguen cerrados desde entonces los bares.

En el centro incluso locales simbólicos de la hostelería permanecen cerrados porque no tienen espacio exterior para terraza o es tan pequeño que no justifica mantener el personal contratado para atender a dos o tres mesas de velador. Solo siguen abiertos algunos restaurantes cuya plantilla es familiar o que el local es de su propiedad.

El alcalde ya comentó durante una pasada movilización de protesta de los hosteleros, la posibilidad de suprimir el pago de la tasa de los veladores de este año e incluso con carácter retroactivo desde que empezó la pandemia.

Pero Ourense, con un bar o cafetería por cada 200 habitantes, tiene en la hostelería uno de los sectores más importantes en cuanto a generación de empleo, del que también viven otras empresas terciarias de suministros.

Ante la situación de locales que llevan hasta 20 días asumiendo gastos y sin ayuda alguna piden a la Xunta un "equilibrio" en los costes que les permita sobrevivir a la crisis. "Si estamos trabajando al 30, al 70 por ciento, que nos equilibren los gastos porque si no la mitad o nos vamos a la ruina o acabaremos cerrando", señalaron antes de dar lectura a un manifiesto, en que el solicitan que la administración que impuso su cierre, les ayude.

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