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La cúpula del PSdeG de Ourense marca un calendario para intentar gobernar

Los socialistas quieren estar al frente de la ciudad con una fórmula que solo podría llegar con apoyo del PP, que se lo niega - Un sector reclama la renovación de la gestora local

Los cargos de la cúpula del PSdeG provincial y municipal, en su sede de A Ponte. // Iñaki Osorio

El PSdeG-PSOE de Ourense celebró ayer una reunión donde estaban convocados la ejecutiva provincial y la gestora interina de la ciudad. Sobre la mesa, la moción de censura para tratar de derrocar a Gonzalo Pérez Jácome de la Alcaldía. El portavoz del PSdeG, Rafael Villarino, explicó que la formación socialista llevaría a cabo una reunión con todos los partidos políticos con representación en el Concello para elaborar una moción de censura y que sea el PSdeG quien gobierne el resto de la legislatura hasta 2023.

En concreto, los socialistas planean que las próximas semanas sean claves para llegar a un consenso y dejar las reuniones "para la fotografía", después de plantar una convocatoria de portavoces en el Liceo tras no "obtener respuesta" del PP a favorecer un gobierno en minoría. Propuesta que el PP rechaza ya que quiere "estar al frente".

La reunión de ayer sirvió para analizar la situación política de la ciudad que vive en un caos. No así en una ingobernabilidad, ya que de facto, gobierno hay, aunque sea un en versión micro.

El socialismo ourensano tiene dos hándicaps para articular una moción de censura y conseguir el gobierno en minoría que pretende. El primero es que la disposición de una parte del partido quiere que se cumplan los estatutos y la gestora convoque a la militancia para elegir los representantes "democráticos" que se elijan y a partir de ahí articular los mecanismos para una moción de censura. Un sector crítico pide que, por tanto, que se convoque a la militancia, mientras la gestora sostiene que en la situación epidemiológica que vive Ourense no es aconsejable.

La ejecutiva autonómica dio la competencia a la gestora local del partido para formular una alternativa que no termina de llegar, ya que para ello deben pactar con el PP un gobierno, hacer que los ediles populares firmen una moción de censura o que al menos uno de los populares muestre su apoyo a una hipotética moción que estaría integrada por PSdeG, BNG y Ciudadanos con 13 ediles.

En el caso de que las discrepancias sobre si convocar una gestora se apacigüen, el segundo escollo sería buscar el apoyo con el que articular la moción de censura y todos los caminos llevan al PP, después de que Telmo Ucha forme parte del gobierno de Jácome como no adscrito. PSdeG y PP juegan al gato y al ratón con "propuestas formales" y contestaciones que no llegan. Un punto muerto que genera un tiempo en el que las disconformidades del espíritu de los 24 aumentan. Todos están de acuerdo en hacer la moción de censura para un nuevo gobierno en el Concello, pero ninguno con la fórmula que contente a todos los agentes. El PSdeG debe liderar un gobierno según su portavoz municipal. El PP quiere estar al frente. Ciudadanos y BNG quieren hechos ya y los díscolos de DO rechazan un gobierno en minoría. Una oposición a Jácome unida con un objetivo, pero sin consenso en cómo hacerlo.

"Juegos florales" como califica el nacionalista Luís Seara o "estrategias" que describe José Araújo. Por el momento, la moción de censura no tiene visos de prosperar. El PSdeG marca un calendario con reuniones para abordar una fórmula que le permita gobernar en minoría. Al menos esas son las pretensiones que escenifican a la sociedad, porque el poso que queda es que todos quieren, pero ninguno cede para cambiar de gobierno y regidor.

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