Con el consumo responsable, antes y después de la pandemia, como primera premisa para evitar la ludopatía -durante 2019, la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) de Ourense atendió a 85 personas con este problema-, los locales y salones de juegos y de apuestas están autorizados a reabrir sus puertas desde ayer, la fecha de comienzo de la fase 3, la que supone el final de la desescalada antes de la nueva normalidad. En este tipo de establecimientos no se podrá superar el 50% del aforo, además de respetar las medidas de desinfección, para evitar la acumulación de virus, así como el uso de mascarillas cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad de dos metros entre personas.

Varios locales de apuesta física abrieron ya ayer. Otros negocios del juego esperan unos días más. El bingo Costa Verde, ubicado en la Avenida de Buenos Aires de Ourense, en el entorno de la Plaza de las Mercedes, regresará el martes 16 de junio, en la segunda semana de la fase 3. Lo hará, además, sin las máquinas tragaperras, cuyo uso pondrá en marcha el 1 de julio.

En este establecimiento trabajan 17 personas. El negocio cerró el 13 de marzo, al llegar la medianoche, y 16 empleados se vieron inmersos en un ERTE. Manuel Quintas, el gerente, se ha encargado del trabajo de oficina a puerta cerrada. El día 16 regresará la actividad con toda la plantilla. Su sala para el bingo tiene un aforo de 200 personas, que se verá reducido a un máximo de 100. Han dispuesto pantallas, gafas y mascarillas para el personal, así como gel desinfectante a la entrada y en cada una de las mesas, para la manipulación segura de los cartones, para poder cantar línea y bingo con tranquilidad. En la vieja normalidad, la afluencia subía en franjas de fin de semana tras la cena así como los domingos por la tarde.