Menos paro y más población ocupada. Los datos que arroja la Encuesta de Población Activa, EPA, correspondientes al segundo trimestre de 2019 ofrecen una clara mejoría en relación a períodos anteriores y recuperan cifras que no se producían en el mercado laboral ourensano desde que estalló la crisis económica hace ya más de una década.

La tasa de desempleo, que llegó a dispararse hasta el 24,5% en el tercer trimestre de 2013, un año negro para la actividad económica en la provincia, se sitúa ahora en el 10,9%, y es la más baja desde 2009, año en el que empezaban a notarse los efectos de la regresión y el porcentaje de parados ascendía en Ourense al 9,08% tras mantenerse en 2008 entre el 6 y el 7%. Y teniendo en cuenta que la tasa de actividad es hoy del 47,5%, el índice de empleo entre la población con 16 años o más alcanza el 42,3%, un nivel del que también se había alejado durante los años de la crisis .

Así las cosas, a cierre del mes de junio, los datos de paro y ocupación son favorables para el mercado laboral de la provincia, ya que se contabilizan cuatro mil personas más con empleo que durante el primer trimestre de 2019 y 5.200 parados menos. La industria y la agricultura son, en este orden, los sectores que más han tirado del empleo durante el segundo trimestre de este año, sumando 1.800 y 1.700 ocupados, respectivamente. Les sigue el sector servicios, centrado en el comercio y la hostelería, que con el inicio anticipado de las rebajas de verano, que se adelantaron a la segunda quincena de junio y el arranque de la campaña estival, repuntó con 700 empleos por encima de los alcanzados el trimestre anterior. Por el contrario, la construcción cayó durante el segundo semestre del año, con una pérdida de 100 ocupados.

Con todo, el sector servicios lidera las contrataciones en Ourense. Según la EPA, el semestre cerró con 81.200 empleos en esta actividad. La industria ocupa a 19.300, la construcción a 7.200 y la agricultura a 6.400.

La comparativa de la EPA del segundo trimestre con el mismo período de 2018 también ofrece datos positivos: 3.500 parados menos que hace un año y 600 ocupados más. En cifras absolutas, en la actualidad hay 114.100 ourensanos ocupados y 14.000 en situación de desempleo.

En definitiva, la población activa en el conjunto de la provincia la componen 128.100 personas y la inactiva, 141.700.

Este último dato proporciona a Ourense una condición que la hace singular entre todas las provincias de España, ya que es la única en la que hay más personas inactivas (jubilados, pensionistas, estudiantes, incapacitados permanentes o personas dedicadas a las labores del hogar) que personas en situación de trabajar (ocupados y parados). En términos porcentuales, la población activa la conforman el 47,5% de los 269.700 ourensanos mayores de 16 años, mientras que el 52,5% son inactivos.

El grave declive demográfico que soporta la provincia de Ourense, la más envejecida de España, es en parte responsable de la cara B que ofrecen los datos que recoge la EPA del segundo trimestre, ya que tras la mejoría que transmiten las cifras positivas en materia de ocupación y desempleo, se oculta una relevante pérdida de población. La fuga de talento y la búsqueda de oportunidades laborales que cada vez expulsa a más ourensanos fuera de la provincia, unido a la brusca caída de la natalidad, provocan un adelgazamiento del censo cada vez más acelerado.

Así, la realidad es que, en relación al mismo trimestre de hace un año, hay 1.500 ourensanos menos y la provincia ha perdido 2.900 activos. Frente a esto, la población inactiva ha sumado 1.600, ensanchándose todavía más la brecha entre la población que trabaja o busca un empleo y los que están fuera del mercado laboral. Ninguna otra provincia española está en esta situación. Los territorios que más se acercan son Asturias, Zamora y Lugo, donde la población inactiva roza, pero sin llegar, el 50%.

La mayoría de los inactivos son jubilados y pensionistas: 88.500. Además, 22.800 personas están fuera del mercado laboral por dedicarse a las labores del hogar y 14.800 son estudiantes. Otros 13.100 han obtenido la incapacidad permanente para trabajar y 2.100 están en otra situación.

Uno de los indicadores que mejor refleja las consecuencias de la crisis económica en el mercado laboral es la situación en la que han quedado muchos hogares a causa de la caída del empleo y la precariedad laboral. En el caso de Ourense llegaron a contabilizarse en los años críticos (2013-2014) 12.900 hogares en los que todos los miembros activos estaban en paro.

La última EPA, publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística con los datos del segundo trimestre de 2019, la cifra se ha contraído notablemente recuperando los datos registrados al inicio de la crisis: 5.200 viviendas de la provincia tienen en la actualidad a todos sus miembros activos en situación de desempleo (en 2009 eran 5.300). El contraste más significativo está en la comparativa con el primer trimestre de este mismo año, en el que había 7.900 hogares en esta situación, 2.700 más que a cierre de junio.

Otro dato que refleja la importante incidencia del envejecimiento de la población figura también en las tablas publicadas por el Instituto Galego de Estadística en relación con la EPA. Entre las 135.400 viviendas habitadas en la provincia, en 57.500 (el 42%) todos los integrantes forman parte del colectivo de población inactiva.

La serie se completa con 77.900 hogares con por lo menos un activo, 65.100 en los que todos los activos tienen empleo y 7.600 en los que conviven ocupados y parados.