El análisis más reposado de los resultados de las elecciones generales del 28A, por lo que respecta a la ciudad de Ourense, muestra no solo esa caída del 12% de los escrutinios, al pasar de los 24.121 votos obtenidos en el municipio de la capital en 2015, a los 15.914 del pasado domingo, sino que esos 8.200 votos, que han perdido los populares, se los han llevado en buena parte otras dos formaciones de espectro de derecha y conservador, como Ciudadanos y Vox.
En concreto la formación naranja, que ha superado los 17.000 votos al Congreso con Inés Iglesias Canle como número 1 a la Cámara baja por la provincia, ha subido en la ciudad de cuarta a tercera fuerza, al pasar de los 5.505 votos de 2015 a los 8.783, es decir un 13,79% que se refleja en una incremento de 3.278 votos que se fueron el pasadao domingo para la formación de Albert Rivera, ocupando así el territorio destinado tradicionalmente para el PP en la ciudad en los últimas legislaturas.
Pero además la primera incursión en unas elecciones en la provincia de Vox, la fuerza de ultraderecha, se ha llevado otro 5,61 por ciento de los votos en la ciudad lo que se ha traducido en 3.570 votos, que también se han exiliado de las papeletas con casi total seguridad, habían ido destinadas al PP en los comicios de 2015.
Los datos aún provisionales por distritos ofrecen mayoría al PP solo en la mayoría de mesas del distrito centro de la ciudad, mientras que el resto de distritos, incluidos barrios y perímetro rural, que hace cuatro años eran de color azul tuvieron ahora mayoría socialista
Para Jesús Vázquez, alcalde de Ourense y responsable del PP en la zona centro los resultados "no se corresponde a la representatividad por parte del bloque de centro derecha con respecto a lo que son los bloques de centro izquierda e incluso nacionalistas", sostuvo.
Considera el alcalde de Ourense y candidato que los datos obtenidos sobre todo en la ciudad, se deben no solo a lo que "la ciudadanía habló" sino a que el reparto de escaños viene marcado por la Ley de D'Hont, en un contexto de "altísima participación" y de "división" del voto de centro-derecha. "Es lo que nos toca y es lo que hay que asumirlo", indicó ayer a preguntas de los informadores.
