Los trabajos de limpieza y desbroce que se están levando a cabo en el canal de la antigua Fábrica de papel da Labandeira, en O Carballiño, dejaron al descubierto alrededor de 170 metros de la acequia que llevaba el agua hasta las ruedas de la fábrica y del molino ubicados en este lugar.

Es un conducto construido en piedra y con capacidad para llevar una gran cantidad de agua, que era necesaria para el proceso de fabricación del papel. Tras esta limpieza, el agua vuelve a discurrir por el canal y el viaducto, para volver otra vez al río a la altura del puente nuevo.

Se trata de una iniciativa que partió de la Sociedade Deportiva de Pesca Arenteiro, con el objetivo de aprovechar este viejo canal para la cría de truchas autóctonas, ya que el que tiene actualmente en la zona del lavadero de Toscaña es insuficiente y se queda prácticamente sin agua durante el verano.

Pero los trabajos de limpieza también permitieron crear un nuevo sendero que transcurre por el margen izquierdo del canal, siguiendo el curso del mismo y del río, y ofreciendo así una nueva panorámica del río Arenteiro, en una zona de rocas.

El Concello de O Carballiño, que fue quien llevó a cabo esta limpieza, junto con la entidad de pesca, tiene previsto pedir una ayuda para adecuar este canal para la cría de truchas. Fundamentalmente, se trata de instalar unas compuertas al comienzo y al final de dicho canal, así como la cobertura con una malla que impida que las garzas coman las truchas.

Asimismo, indican desde el Concello que este canal de cría de truchas autóctonas no supondrá ningún impedimento para poner en marcha el proceso de reconstrucción del proceso de la fabricación de papel, como está previsto a corto plazo.