Gafas de sol, gorra y una bufanda. Así trató de disimular su identidad el presunto autor de un atraco. Pero la presteza de un cliente, que observó su ruta de escape, resultó fundamental para su detención. José Manuel Y. M., de 48 años, terminó en los calabozos por un botín de 180 euros. Esgrimió un cuchillo para conseguir su propósito, poco antes de las dos de la tarde de ayer, en una oficina del Banco Santander en la Avenida de Zamora, en el barrio de Mariñamansa. Había 6 personas en el interior de la oficina.

El sujeto exhibió un cuchillo de cocina y se marchó tras conformarse con el dinero disponible en ventanilla. Se apropió de dos billetes de 50 euros, más otros 80 euros en monedas. Algunas voces dicen que el individuo llegó a acercar el arma blanca a una clienta que estaba en la cola. A la Comisaría no le constaba.

Se dio a la fuga a pie. Uno de los clientes y testigos de los hechos salió poco después y observó por dónde huía corriendo. Llamó a la Policía con una descripción del sospechoso y situando su ruta de escape por la calle Saínza. Poco después entró la llamada de alerta de la central de alarmas. El testigo señaló que el ladrón había accedido a la zona de obras del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). El 091 alertó a todas las patrullas, tanto de agentes uniformados como de paisano. Una unidad de Seguridad Ciudadana lo localizó y detuvo, con el dinero encima. Se sospecha que quería librarse allí de su atuendo.

Fue atendido por el médico

El individuo había salido de prisión hace solo un mes. Le constaban antecedentes por robo con violencia e intimidación. Los investigadores de la UDEV revisaban los hechos similares ocurridos desde la fecha de su excarcelación, por si hubiera sido autor de más. Tras su arresto, pidió ir al médico, un derecho de todo detenido. Hoy será interrogado por el juez.