Tras ser inaugurado el 23 de febrero y después de solo 15 días en marcha, las quejas e incomodidades del nuevo edificio judicial de Ourense ya han generado una petición formal de reformas. Al inmueble de 17 millones de euros le hacen falta obras interiores. Así lo consideran el magistrado decano, Leonardo Álvarez, y el sindicato UGT. Mientras, la mudanza de oficinas y personal sigue adelante. Ayer finalizó el traslado del servicio de medicina legal del Imelga. El cambio paulatino de juzgados continuará hasta el próximo 20 de abril. Hasta entonces, la Xunta no acometerá ninguna reforma de calado ni autorizará una inspección sobre prevención de riesgos laborales, tal y como pretendía UGT.

Su delegado de la sección de Justicia, Manuel González Carvajal, critica la funcionalidad y los acabados del edificio de arquitectura vanguardista que acogerá a la práctica totalidad de las sedes judiciales. "En solo una semana de funcionamiento se han detectado problema de humedades, óxido en la estructura, falta de luz y ventilación, o la avería en un baño".

El sindicato propone medidas paliativas. Algunas coinciden con las que el juez decano ha trasladado a la delegación territorial de la Xunta. El magistrado solicita que se retiren los baños de los pasillos de las plantas de juzgados (se reproducen desde la 2ª a la 5ª), ya que restan la escasa luz que se filtra por la piel metálica del edificio al interior de las dependencias de los funcionarios. UGT propone lo mismo, para "llevar las oficinas hasta los ventanales, eliminar el juzgado o juzgados que están frente a los ascensores, y hacer un pasillo por allí para poder acceder a los juzgados por la parte trasera. Así solucionaríamos la falta de luz".

En una reunión en la sede territorial de la Xunta, Leonardo Álvarez propuso más cambios interiores en el flamante edificio. Cree necesario abrir alguna ventana en el juzgado de guardia para hacer más confortable la atención a detenidos y denunciantes, así como estudiar ajustes interiores en las oficinas para evitar que los funcionarios trabajen en zonas de sombra. Otro cambio que ve fundamental es mover del sótano -1 el servicio de atención al público. Pese a ser uno de los de mayor demanda ocupa una esquina de escasa visibilidad.