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Tráiler de Lobos Sucios, cinta que abrió el festival
Lluvia, barro y una historia fascinante rodeada de misticismo, intriga y hasta amor. La primera proyección del XX Festival de Cine de Ourense se quedó en casa para recuperar hechos ocurridos durante la II Guerra Mundial en las minas de wolframio de Casaio, Carballeda de Valdeorras. Hechos, historias y personajes reales de los años 40 que han inspirado la película elegida para arrancar el OUFF en su veinte cumpleaños, una cinta "necesaria" para conectar con la vida de las mujeres que lucharon por sobrevivir en los duros años de la guerra y el estraperlo.
"Lobos sucios", ópera prima del coruñés Simón Casal, se estrena así en Europa después de presentarse oficialmente en el Festival Internacional de Cine de Mill Valley, en California, donde tuvo una gran acogida. En lo que resta de año participará en otros festivales europeos y el primer trimestre de 2016 se exhibirá en salas comerciales. El director afirmó ayer que su apuesta para el estreno europeo fue Ourense, algo "totalmente natural" por ser aquí donde sucedieron los hechos.
"Lobos sucios" rescata para la memoria colectiva sucesos ocurridos en tiempos en los que la Alemania nazi, con el apoyo de la España franquista, explotaba las minas del oriente ourensano para extraer un elemento muy codiciado y fundamental para el blindaje de la maquinaria de guerra alemana. La fiebre del wolfram no es, sin embargo, el eje central de esta película que ayer recibió el primer aplauso del público del OUFF en el pase inaugural. Simón Casal, explicó que decidió pasar por alto las historias de esplendor y despilfarro que rodearon a la extracción y exportación de este material y prefirió focalizar la película en el aspecto humano. "Escuchamos a testigos directos e historiadores y pronto nos dimos cuenta de que lo que más nos interesaba era la vida diaria de las personas, cómo se planeaban los sabotajes y sus motivos para llevarlos a cabo", relató.
La película narra la historia de dos hermanas protagonizadas por Marian Álvarez (Premio Goya a la mejor actriz en 2013) y Manuela Vallés que trabajan en el lavadero de la mina y en el estraperlo en las montañas. La trama comienza cuando un espía belga tiene la misión de llevar a cabo un sabotaje en el cargamento que van a enviar los nazis a las fábricas de armamento en Alemania. Es aquí donde ambas mujeres cobran tal protagonismo que incluso podrían haber cambiado el curso de esta guerra.
La película se rodó en minas y bosques de Valdeorras con 30 localizaciones diferentes en las que la lluvia y el barro fueron la tónica habitual. Esto elevó la dureza del rodaje pero hizo más fuerte al equipo. "Logramos una comunión perfecta y eso fue lo que nos hizo tirar para adelante", explicó Paula Cons, autora del guión junto con Noelia del Río y Felipe Rodríguez Lameiro. "El mundo del cine es como ir a la mina", ironizó, y el resultado pudo verse ayer en el Auditorio: "Una película de gran pantalla, con un trabajo alucinante de fotografía y dirección", explicó Paula Cons.
El actor belga Pierre Kiwitt destacó la importancia de rescatar esta historia "desconocida" que "afectó mucho a esta región de Galicia", mientras que la actriz Marian Álvarez mostró su satisfacción por ser parte de una "historia fascinante narrada desde la perspectiva de las mujeres, algo poco habitual en el cine". Este hecho también lo destacó el actor Ricardo de Barreiro, para quien "Lobos sucios" es una película "potente y muy necesaria". La historia que debía ser contada.