-La comarca de A Limia merece un cuidado especial, porque existe el riesgo de que con una política restrictiva se pueda matar la gallina de los huevos de oro.

-Yo estoy de acuerdo. Lo que hay que hacer es ir reconduciendo su actividad, su producción, para que sea sostenible en el futuro. Que dentro de treinta años, nuevas generaciones puedan seguir incorporándose a la actividad, para que A Limia continúe siendo un motor de desarrollo. La gestión de residuos tiene que ser un factor más en la actividad agrícola y ganadera.

-Este tipo de actividad debe marcarse el reto del respeto al medio ambiente, pero también buscar un valor añadido, mediante la elaboración, como hace Coren.

-Coren está implicada en el proyecto Regenera Limia, porque quiere producir con sostenibilidad.

-¿Qué metodología sigue este programa?

-Vamos a ensayar técnicas, que luego se puedan aplicar no solo a la comarca de A Limia, sino a otras zonas del territorio de la Unión Europea que tengan el mismo problema. Consisten en la utilización de plantas macrófitas para la depuración de purines. Por lo tanto, el purín no se verterá directamente al río, con la carga contaminante que lleva, sino que se depurará en estas plantas, que básicamente son filtros verdes de macrófitas, no son infraestructuras grises, además reducirán la emisión de CO2 a la atmósfera. El objetivo que se persigue, mediante el tratamiento, es que las aguas se puedan verter al río con los parámetros de depuración que exige la Unión Europea. Y, dado que estamos en zona Zepa, se ensayarán técnicas para mejorar la capacidad de depuración de todo el río, mediante vegetación autóctona, como los carrizos, que cogen del agua el alimento que necesitan para crecer, como el fósforo, el nitrógeno, la materia orgánica, y además sueltan oxígeno en el agua, con lo cual la depuran.

A pocas horas de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, al presidente de la Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS) no se le pasa por alto que "cuando se le dedica una jornada a algo o a alguien es porque ese algo o alguien tienen un problema". El problema estriba en que la sociedad "no está concienciada de que hay que adoptar actitudes sostenibles para preservar el medio ambiente, en unos casos, o que mejore, en otros, cuando está muy deteriorado".

-¿Cómo va el capítulo de sanciones de la CHMS, en lo que respecta a la provincia de Ourense?

-En este caso es muy importante ver la evolución. En el año 2012 se incoaron 216 expedientes en la provincia de Ourense, 117 en el año 2013 y en lo que va de 2014, prácticamente la mitad, 47. Como se ve, al final de año posiblemente entremos en el orden de los cien expedientes. Los expedientes sancionadores se han reducido a la mitad, con respecto a 2012, y han descendido un 20% en relación con el año pasado.

-La caída es importante.

-Concatenando estos datos con lo que hablábamos hace un momento, el incremento de la concienciación sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, por parte de los ciudadanos, de las administraciones y de las empresas, contribuye a la disminución de los expedientes sancionadores. Esto es motivo de alegría, porque la CHMS no tiene ningún interés en sancionar. Hacemos una labor de policía del dominio público hidráulico, pero no nos mueve ningún afán recaudatorio; nosotros lo que queremos es que no se produzca ningún vertido.

-¿El descenso de expedientes no significa que la CHMS haya bajado los brazos?

-No, nuestra mejor guardería fluvial son los ciudadanos. La mayor parte de los expedientes se incoan porque algún ciudadano detecta un vertido o una agresión al río y llama al 112. También se inician muchos, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, del Seprona. En algunos casos corresponden a la labor de vigilancia que realiza la guardería fluvial. El Servicio de Conservación da Natureza de la Xunta de Galicia también inicia muchos expedientes, porque detecta vertidos o agresiones al dominio público hidráulico. La mayoría de los expedientes sancionadores no se inician a instancias de la propia CHMS, porque desgraciadamente no tenemos el personal suficiente para poder vigilar a diario más de 8.000 kilómetros de ríos que hay en la demarcación.

-¿Los ciudadanos se implican más en la preservación de la naturaleza?

-Cada vez hay más sensibilidad, por parte de la ciudadanía. En los últimos veinte años se ha producido una evolución tremenda en Ourense. A finales de los ochenta la ciudad vivía de espaldas al río. El Barbaña presentaba un enorme deterioro. Las riberas del Miño permanecían abandonadas. En cambio hoy tenemos unos paseos estupendos. La gente los utiliza mucho. Esto hace que la gente esté mirando para el río, y alerta si se produce algún tipo de agresión.

-Las infracciones graves se castigan con multas de 18.000 a 20.000 euros.

-El ochenta por ciento de las sanciones son "menos graves". Cuando el daño es muy grande, va al consejo de ministros. No se ha dado ningún caso en este año. Cuando la CHMS pone una sanción, tiene en cuenta el daño que se produce al dominio público hidráulico, más la multa por haber producido ese daño. Pero lo fundamental es el daño, que se valora en función del tiempo. No es lo mismo un vertido de media hora que de diez horas.

-¿Cuáles son las áreas más dañadas?

-Las más graves, con diferencia, se dan en la zona de Valdeorras por la minería. Esas son las más dramáticas, porque se invade el río, a veces se tapa, debido a las escombreras. De ahí es donde están resultando los expedientes de mayor cuantía económica.

-Las masas de agua que se encuentran en estado crítico constituyen otro quebradero de cabeza para el presidente de la CHMS.

-Se encuentran en "situación peor que bueno" el cauce del Barbaña, tenemos un problema de contaminación en el río Limia, por la carga de materia orgánica y productos agroquímicos que arrastran las aguas, por lo que aflora todos los veranos en el embalse de As Conchas. El problema se debe a los purines de las granjas y la incorrecta depuración de las aguas residuales humanas.

-Este es un problema complejo, porque A Limia es la única comarca que genera empleo para la población joven, gracias a la actividad agrícola y ganadera, en una provincia que acumula cerca de 30.000 parados.

-Hay que compatibilizar la actividad agrícola y ganadera con el cuidado de la cuenca. Tenemos que proteger el sector primario, por ser estratégico para cualquier economía de cualquier país. La alimentación es lo básico. Sería un error que la alimentación de un país dependiera de lo que se compra fuera.

-Pero eso no se puede solucionar de un plumazo.

-Por eso hemos presentado la candidatura Life Regenera Limia, para ensayar técnicas demostrativas, con la finalidad de mejorar la calidad de las aguas en la cuenca del río.

-¿Cómo va la tramitación?

-Concedido. Todavía no nos ha llegado la carta, pero la Unión Europea ya ha publicado en su web todos los Life que ha concedido. Para Galicia ha concedido dos, y uno de ellos es Regenera Limia.