El mal tiempo persistente declara el estado de alerta en Ourense. Lluvia, fuertes rachas de viento que en Velle o Carballeda de Valdeorras arrancaron de cuajo el tejado de una panadería y del polideportivo municipal, respectivamente, y también la nieve que cuaja en cotas altas. El río Avia, por encima del nivel de alerta de inundaciones, engullía ayer el puente que une las localidades de A Quinza y San Cristovo, en el ayuntamiento de Ribadavia, en una estampa de saturación de ríos y embalses que se reproduce en varios municipios tras la acumulación de precipitaciones y en la antesala de Stephanie, una nueva borrasca por la que ha sido activada la alerta amarilla.

También el Miño a su paso por la Peroxa se encuentra por encima del nivel máximo. En Ourense ciudad, con las zonas termales sepultadas y parte del paseo de ribera bajo el nivel del agua, la situación del cauce está en el nivel de prealerta. La presa de Velle, al 88 % de su capacidad, alivió agua a un ritmo trepidante: casi 1,9 millones de litros por segundo. Decenas de curiosos contemplaban ayer el caudal.

En la provincia, pasada por agua en el enero más lluvioso de los últimos años, se prevén desde este mediodía hasta la madrugada del lunes hasta 40 litros por metro cuadrado, según la predicción de Meteogalicia. Además el viento soplará con fuerza y la cuadratura del temporal se completa con previsiones de hasta 5 centímetros de nieve en las zonas de montaña.

El incremento de los caudales en la cuenca del Miño- Sil elevó a máximos el nivel de los embalses (el de As Portas, en Vilariño de Conso, se situaba ayer al 98,5 %; el de Castrelo do Miño, al 95 %), provocó desbordamientos en zonas de ribera, engulló paseos fluviales y fincas e incluso cortó algunos accesos a varias viviendas o aldeas en municipios como Ribadavia, en la zona de Francelos y a Foz según el GES de Ribadavia, y en las localidades de Prado y Xermeade, según el servicio de emergencias de Muiños.

El alcalde de Ribadavia, Marcos Blanco, manifestaba ayer, en declaraciones a la agencia Efe, que la situación en la comarca de O Ribeiro es "preocupante" por lo que "si la situación no cambia, empezaremos a tener problemas" La carretera de Arnoia, la OU-0305, estuvo a "30 centímetros" de ser cortada, según el GES Ribadavia. En A Limia el agua ha reconquistado los campos de la antigua laguna de Antela por la incapacidad del suelo para drenar la cantidad de agua acumulada durante las últimas semanas. Además, el Támega, en la cuenca del Duero, "está fuera de su cauce", según el alcalde de Oímbra, Alfonso Vilariño.

La calzada se hunde en Randín

La sucesión de precipitaciones provocaron daños en la carretera comarcal OU-1110 entre los municipios de Baltar y Calvos de Randín, a consecuencia de un hundimiento de la calzada a la altura de un puente de canalización del río Barxas. Un vehículo quedó atrapado sin poder pasar, según indicó el alcalde del segundo concello, Aquilino Valencia. La infraestructura, que data de los años setenta, fue evaluada por técnicos de la Diputación de Ourense.