En plena época vacacional, el Concello de Ourense lejos de vivir en el relax se ve envuelto en un nuevo conflicto entre el grupo de gobierno y la oposición. La recientemente inaugurada piscina termal al aire libre de As Burgas ha nacido envuelta en la polémica. El sistema de videovigilancia instalado en el recinto por parte de la Concejalía de Turismo no convence a los “populares”, que hablan de vulneración de derechos e ilegalidad.

Tal es así que el grupo municipal del PP elevó ayer su queja a la Subdelegación del Gobierno, denunciando ante esta institución la videovigilancia de la conocida como Burga de Arriba e instándole a que “actué y reponga la legalidad”.

Según el grupo de la oposición, el sistema de vigilancia se instaló incumpliéndose los requisitos establecidos por la Ley Orgánica de Protección de Datos y la legislación relativa a los sistemas de vigilancia por cámara en espacios públicos, por lo que ya en su momento solicitó información al Concello. “Todavía no hemos recibido las respuestas oportunas, pero en nuestras indagaciones hemos averiguado que, una vez más, la concejala de Turismo miente cuando dice que el sistema está bajo la vigilancia de la Policía Local, cosa que pudimos comprobar oficiosamente”, según explica el edil del PP, Aurelio Gómez Villar, insistiendo, además, en que son estos agentes los únicos funcionarios del Concello habilitados para la realización de la dicha tarea.

Multa de hasta 60.000 euros

Los populares, que achacan esta situación a la improvisación con la que dicen que actúa el gobierno municipal, inciden en la gravedad del asunto, en tanto que “se están vulnerando ahora los derechos de los ciudadanos en dos aspectos que son vitales: el derecho a la intimidad y el derecho a la protección de sus datos personales”, señala Gómez Villar.

Además, advierte de que ante esta realidad, la institución local “corre el riesgo” de convertirse en objeto de una denuncia y que se le imponga una multa que puede llegar a 60.000 euros, explica. “Es incomprensible que una instalación que debería tener un sentido lúdico como es un espacio termal pueda llegar a ser motivo de una denuncia millonaria contra el Concello”, lamenta el concejal.

El PP ha recurrido a la Subdelegación para que actúe “a efectos de que no se produzca un estado de indefensión y de vulneración de los derechos de las personas que circulen bajo el radio de acción de las cámaras instaladas en As Burgas.