Quién no echa de menos el buen cine...

De tanto matar escualos ya no se pueden hacer películas de tiburones. Casi hemos acabado con ellos. Moby Dick tampoco sería posible hoy. Ya hemos utilizado bastante aceite de ballena. Os preguntaréis por qué ya no hay películas de Tarzán. Es que cada día queda menos selva. Cada día menos árboles donde colgar lianas. Es el fin de Tarzán y Jane. Chita se fue a un geriátrico. Tampoco se hacen más pelis del señor de los anillos. Porque a los hobbits ya no les queda comarca verde. Se la llevó un parque eólico. Superman salió de la circulación. No fue por la cryptonita. Fue el humo que respira mientras vuela para salvar el mundo. El médico le dijo que dejase de fumar. El comandante Cousteau no está muerto. Dejó los documentales porque ya no encontraba ni luras en el mar. La sabana de Ourense es cada vez más extensa. Buena para películas de vaqueros. Como el desierto de Tavernas. Carballeda de Avía es demasiado pequeña para dos forajidos como tú y yo. Ahora dominan las series sombrías sobre cataclismos. Virus zombies, tsunamis, extraterrestres con chepa que nos clonan, monstruos del cambio climático con diabetes. Muy alentadoras. Indicadas para dormir mal, roncar mucho y echar de menos a los tiburones