En la época en que vivimos, la inteligencia tiene muy buena prensa.

Burros los hay. Y diría que no llegan al 5% de los mortales; y los muy inteligentes no llegan a otro 5%.

Los demás estamos en la tabla entre el aprobado justo y el notable alto.

La gran diferencia es la voluntad. Cuando analizamos el porqué de aquellos compañeros que en el colegio eran brillantes y sacaban muy buenas notas y, cuando fueron a la universidad o a la escuela superior de ingenieros, no fueron capaces de aprobar los primeros cursos de su carrera y, al final, abandonaron y se encuentran que, a sus veintitantos años, no tienen oficio ni beneficio.

Cuando nuestra inteligencia es normal, para aprobar nuestro bachillerato tuvimos que emplearnos a fondo y lo conseguimos y adquirimos hábitos de trabajo y de gran voluntad.

Cuando empezamos nuestras carreras fuimos avanzando en nuestras especialidades y las terminamos a una edad razonable y lógica. Cuando empecé en la escuela superior como ingeniero textil recuerdo encontrarme con un amigo de Ourense, que me llevaba a mí siete años, cuando mi hermano Juan Ángel (q.e.p.d) empezó su carrera de ingeniero. Estaba en segundo de carrera y, cuando yo empecé, iba en tercero. Terminamos la carrera juntos. Tengo que reconocer que este amigo paisano jugaba al dominó como los ángeles y era muy simpático y estaba siempre sonriente. Al final tuvo la suerte de casarse con una mujer muy trabajadora que le sacó las castañas del fuego y él se empleó en el mundo comercial y no lo hizo mal.

La voluntad es la clave de la vida. Todos estamos de acuerdo en que la felicidad se consigue cuando amas, pero el amor se podrá concretar en hechos y esto se consigue si no falla la voluntad.

La persona sin voluntad es una persona permanentemente frustrada pues no consigue sus pequeños objetivos que todos nos proponemos.

Por eso los padres deben de preocuparse de formar a sus hijos en la filosofía del esfuerzo.

El Gobierno del señor Sánchez va en dirección contraria a esta filosofía. Se puede pasar de un curso a otro con varias asignaturas pendientes y esto es estar en la luna.

La vida profesional cada vez es más dura y más competitiva y la voluntad es un arma imprescindible para triunfar en la vida.

Que no nos engañen: en la vida hay que entrar por la puerta angosta, que es la más difícil.

La voluntad nos hará fuertes para afrontar las contradicciones que nunca nos faltarán. La filosofía del esfuerzo será la gran arma capaz de superar todos los desafíos que van apareciendo a lo largo de nuestra vida,

La voluntad, con una inteligencia normal, nos hará ser un todoterreno para caminar con alegría el camino largo o corto que nos toque vivir.

La voluntad nos hará que vayamos consiguiendo los pequeños o grandes desafíos que nos propongamos y llegaremos al final de nuestro camino con las manos llenas de amor y recibiremos de nuestro Padre Dios el premio que nos tiene reservado.

*Miembro Club 55