Me llamo Manuel y he pasado cuatro días con mi familia en Vigo, una ciudad preciosa. Pero no le escribo para esto, soy una persona con movilidad reducida y, claro, me resulta un poquito difícil entrar en el mar. Tengo que decir que en la playa de Samil he tenido la suerte de toparme con dos personas que están en la parte de movilidad reducida que son maravillosas, me refiero a Gonzalo y Miguel, dos personas que son de Protección Civil –no sé si ahí se les llaman así–. Me refiero a dos personas que están allí para ayudar a toda persona que lo necesita e incluso con una silla anfibia meten a los bañistas en el mar; dos personas con un saber hacer impresionante, con una empatía apabullante. No lo he sentido nunca en otro lugar, pero no lo digo porque lo hayan hecho conmigo, sino con todas, todas las personas.

Soy un salmantino agradecido que quisiera que de alguna manera se supiera el valor que tienen estas dos personas para con nosotros. Si su periódico pudiera reflejar el valor de estas dos personas yo se lo agradecería mucho. Un saludo.