Es cierto que hemos sido uno de los países de Europa que más ha sufrido la pandemia y que peor la ha gestionado. Es cierto que la lista de reformas pendientes (educación, mercado laboral, pensiones, sistema fiscal, sistema de innovación) es muy larga. Pero hay energías, sobre todo en la sociedad civil, en el mundo de la empresa, del Tercer Sector, incluso de la innovación, a pesar de la falta de recursos, que no justifican una imagen tan negativa. Sin un sano amor a uno mismo, sin autoestima, no hay modo de salir adelante.