Para que las ayudas a las empresas aprobadas por el Gobierno sean efectivas tienen que ser de rápida ejecución. El Banco de España ha pedido que el reparto sea homogéneo. Pero ninguna de las dos cosas se va a producir. El reparto no va a ser rápido ni homogéneo. El Gobierno ha decido trasladar la gestión de las ayudas a las comunidades autónomas que, en los nueve meses que quedan de este año, tienen que desarrollar los procedimientos de aprobación, organizar la estructura para dar esas ayudas y buscar personal que las gestione. Luego habrá que solicitar las ayudas y Hacienda tiene que autorizarlas. Esto va para largo. El reparto tampoco va a ser homogéneo, porque los criterios establecidos por el Gobierno priman a las comunidades gobernadas por el PSOE. Esto no es responder adecuadamente al drama que se nos viene encima. Mientras tanto, el Gobierno sigue haciendo autopropaganda.