Digo yo: ¿a vosotros no se os va de las manos? Y claro que la gente dice "no, no, no" los lunes por la mañana. El sábado a las tres y cuarto de la madrugada se asoman a una barra y gritan delante de la camarera desabrigada que sirve las copas, "ponme otro capacho, wey" el mismo ginecólogo que hace tres días la recibía en consulta como una paciente más y le hacía una revisión, mientras de soslayo comenta las fotos de Instagram de la chica con su "compi" de fiesta. Y se le acerca un tío y le dice, "toma, ahí tienes", mientras le tendía con la mano cerrada algo en su palma asegurándose bien de que la "merca no se enseña".

La sociedad de lo quiero todo y ahora. La sociedad del hoy. ¿Y el mañana? Supera el surrealismo de Valle- Inclán con creces. "Niñas de catorce años, perdone usted, con menos ropa y peores poses que las chicas que salían en la 'Playboy' hace diez años -al menos estas cobraban por modelos-, simplemente por ser las "cool" del infierno de las redes. Padres y madres que las defienden diciéndole al profesor. "Mi hija hace las cosas muy bien y si no aprende es por que usted no sabe enseñarle", un comentario anodino a otras generaciones "de vara y libro".

Críos de doce años en la puerta del instituto con el pitillo entre los labios: "Oye, si quieres medio para el sábado te lo puede hacer mi padre", le comenta al hermano mayor de su colega de insti. Y luego, ministros de Educación con asignaturas de "educación para la ciudadanía". Jueces que juzgan no por leyes justas si no por leyes comparativas. "Bueno, tanto como Fulanito y Menganito no hizo, así que acuerda algo ahí con el fiscal", le dice al abogado de turno.

Los ricos visten de Zara y los niños pobres de papi, de Prada y Armani. " Ta to gucci", comenta el veinteañero en un reservado de un local de alterne con botella de Moet&Chandon y tres cachondas que le siguen el rollo. "Luego llevas tú el coche de mi padre, que yo voy todo borracho", añade sonriente como un león, rey de la sabana. "Pero espabila, amigo, espabila", comenta sonriente pasándole el móvil en horizontal y la tarjeta de débito para pagar.

Políticos con más cargos que reincidentes de la Modelo en los 80. Influencers sin estudios que promueven millonarias ideas sociales. Gente haciéndose la víctima con el Amazonas cuando no separan el cartón de vidrio, día a día. Mares más plásticos que la asignatura de 2º de ESO. Pregunto de nuevo, ¿se nos va de las manos? Y digo más: si no la publican es que algo quieren ocultar. Verdad sobre verdad. Y quien esté falto de pecado que tire la primera piedra. Dice uno: "Ahí va".