El pasado 24 de abril se cumplieron 5 años de la toma de posesión del obispo de Tui-Vigo, monseñor Luis Quinteiro Fiuza. Muchas gracias por su entrega y su servicio diario. La titánica labor de un obispo es un dulce peso cuando se le deja cargar con él al Espíritu Santo, así nos lo muestra San Juan Pablo II en este magnífico libro: "¡Levantaos! ¡Vamos!".

La empatía consiste entre otras cosas en ponerse en los zapatos del otro, por eso antes de hablar conviene comprender algo de lo que pasa por el corazón de un obispo: los trabajos, alegrías y sinsabores de un guía espiritual en esta sociedad cambiante y con demasiadas carencias.

Al igual que pide nuestro Papa Francisco oraciones, recemos cada día, los cristianos y todo hombre de fe, por nuestro obispo, que es guía espiritual de miles de lectores de FARO DE VIGO y tiremos del carro en su misma dirección.