Es curioso como puede pasar alguien por momentos puntuales de nuestra vida y que la noticia de su fallecimiento nos importe y entristezca tanto, que recordemos esos momentos como si fuera este mismo instante.Esto sucede cuando alguien te ha marcado de alguna manera, aunque haya sido pasajero y los recuerdos regresen cuando echas la vista atrás. La música,los autores, los intérpretes que valoras provocan todo eso. Joan Bautista Humet me ha provocado. No he conocido a nadie como él a nivel artístico. Su persona, su gran persona, sus letras, su sensibilidad, su gran autenticidad hacen de sus canciones una delicia para el oído.Puedo hablar de una obra PRECIOSA en mayúsculas, sólo hay que escuchar A mi adolescencia, Clara,Hay que vivir, Sólo soy un ser humano… y tantas… Un hombre bueno, comprometido con el amor, con el respeto hacia los demás, personal, intimista,una vida coherente y una música eterna. Nació musicalmente en Vigo,en un certamen musical llamado “Dorna”a finales de los 60,y a partir de ahí, después de haber ganado, grabó sus primeros discos.Tenía una larga y ejemplar trayectoria musical siempre desvinculada a la canción protesta,y eso le pasó factura. Era un hombre que sólo cantaba al amor,a la vida,a los sentimientos. Humet ,y todo lo que significa, es el ejemplo de las cosas bonitas que tiene la vida.