Opinión | Mira Vigo

Retratos augustos: Antón Pulido

Foto: Augusto Rodríguez

Foto: Augusto Rodríguez

Si de Amoedo, donde nació, es Fillo Predilecto, de Vigo, donde habita, es Vigués Distinguido. Ahí lo tenéis. Querido Antón Pulido, el artista, el que colorea los encuentros amicales con canto gregoriano. Bellas Artes en Barcelona, donde fue discípulo de Hernández Pijuan. Pintor, grabador, , diseñador. Director Xeral de Cultura que fue y primer director del Centro Gallego de Arte Contemporánea. Director también de la magna colección “Artistas Gallegos” de Nova Galicia Edicions, de 30 tomos. Premios de Cultura Xunta de Galicia, Trasalba, de la Crítica Galicia... Músico, director de coros y rondallas, tenor, especialista en música gregoriana, alumno del célebre Padre Mazárriaga. ¿Se puede dar más en una sola vida?

Un uruguayo en la Reserva de Castilla: historia de emigración

Hace tiempo qe quería escribir de Guillermo Manuel Cardoso, “Guille”, y no solo porque este uruguayo se ha hecho querer por sus modos en el barrio viejo de Vigo con el negocio con el que dio el salto como emigrante al abismo de los autónomos, La Reserva de Castilla en Carral 12; no solo por eso sino por al afecto que se ha granjeado y su capacidad para sentirse y convertirse en un vigués más de corazón. A Guille le va el negocio de modo satisfactorio pero ¿qué hay detrás de esto? La suya recuerda a cualquier historia de emigrante gallego a Uruguay pero al revés: de Uruguay a Galicia. De familia hostelera en Montevideo, él, su hermano y sus primos aprendieron a caminar en el bar de la casa, atendidos por la madre o tía que según turno quedaba libre. Una familia que lucha unida. Con estudios primarios compatibilizados con el trabajo, la crisis de 2001 con el corralito le llevó a tomar la decisión de emigrar o morir en el intento a los 18 años, y así llegó a Vigo reclamado por un tío. Primero, años de trabajo en A Roda que le sirvieron para integrarse en la nueva sociedad que le acogía, la viguesa, de la que dice que tanto él como la familia que llegó después los acogió magníficamente. Luego ese salto al vacío que es pasar de emigrante a camarero y de ahí a autónomo en el centro de Vigo. Como él dice, tenía le ventaja de coger algo que ya estaba armado por Lourdes Castilla, que lo ideó y montó para vinotear pero especializado en embutidos castellanos de alta factura. Sí, pero sin su recio espíritu de emigración aplicado al trabajo, sin su simpatía y don de gentes, nunca lo hubiera mantenido ni se hubiera ganado el cariño de la gente.  

Se fue Marisa Márquez, puntal de la centenaria tienda Arjeriz

Me entero con retraso de que, justo al lado del negocio de Guille, esa tienda centenaria y prestigiosa que es Arjeriz, ha perdido a uno de sus puntales hasta su jubilación: Marisa Márquez. Bueno, no la tienda sino el bueno y grande de su marido Juan Marcote, y sus hijos Martín, Marcos y María. Nacida en Coia, empleada antes en la clínica del Dr. Olivié, vivió decenas de años luego en Arjeriz su asentamiento como negocio y dejó una estela de afectos de la que son testigos los muchos que la conocieron. Sobran palabras cuando es tan evidente. Funerales en la iglesia colegiata de Baiona el día 13, las 20 h.