Cuatro Cosas

Dice avecilla que, ya puestos a narrar cosas cortesanas –o sea, de las Cortes– no puede quedar duda alguna del enorme sacrificio que supone para sus señorías acertar con el botón que indica su intención de voto. Difícil no es, porque se trata de acertar con las teclas en el nuevo sistema digital recién estrenado. Se pretende evitar errores, que en el Congreso se repiten con relativa frecuencia. Jo.

Ocurre que el cambio o modernización –sustituye a otro que consistía en apretar verde para el “sí”, rojo para el “no” y amarillo para la “abstención”. Parecía fácil pero dado que sus señorías, en no pocos casos, semejan daltónicas, las equivocaciones eran como queda dicho frecuentes. Claro que todavía quedan quienes no pasaron de los viejos cursos del PPO –una antigua Formación Profesional–, y eso probablemente está en la raíz de la necesaria “modernización”. Uf.

Ocurre, que esa modernización supone un gasto verdaderamente notable: dos millones y medio de euros. Un pico, que debe añadirse a las facilidades que a costa del erario público se les proporcionan a sus señorías. Era más barato lo del PPO, y seguramente daba mejores resultados, pero ya se sabe que en las Cortes cualquier esfuerzo se abona, y votar a veces cuesta un ojo de la cara. ¿No?

Por cierto. En la cuestión del dinero público para uso y disfrute de los cargos oficiales Anacleto informa para completar los datos que aquí recogió el pájaro, que no solo en Exteriores se bebe buen vino: en el Ministerio de Trabajo para consumo superan los bastantes cientos de botes y/o botellas. Es lógico, ya que en ese Departamento se trabaja a destajo o al menos eso es lo que se pretende por parte del mando. ¿Capisci...?

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