sol y sombra

Junts redobla

Luis M. Alonso

Luis M. Alonso

Pedro Sánchez se ha empeñado en navegar contra viento y marea en medio de un fuerte temporal, con la fe puesta, digo yo, en que más tarde o temprano amainará. Mientras tanto pierde legitimidad cada vez que Junts sube el precio de su apoyo. La constante claudicación ante las exigencias independentistas acabará pasándole factura a él y, lo que es peor, a España. Más vale tomarse a broma a quienes desde las tribunas y los púlpitos siguen propagando que el presidente del Gobierno es un político decidido, astuto y capaz por el simple hecho de salirse con la suya concediendo todo cuanto le piden a las minorías que aspiran a convertir este país en una tierra de desigualdad. Arrodillarse ante la imposición, para seguir en la Moncloa, no tiene mérito. Otra cosa sería si, prometiendo el oro y el moro, lograra ese respaldo a fuerza de capear el temporal y sin concesiones comprometedoras dentro del marco constitucional y territorial. Pero todo el mundo sabe que no es así, incluso aquellos que intentan exprimir el relato de otra manera.

Junts redobla sus exigencias consciente de que tiene la sartén por el mango. Ahora, se permite distanciarse del bloque de la investidura enmendando la amnistía hasta el extremo de incluir bajo su amparo a los terroristas de Tsunami y los CDR. No satisfecho con el blindaje de las medidas de gracia al golpismo y al latrocinio durante el procés, el partido de Puigdemont pretende zarandear la lógica para que los propios amnistiados sean los que impongan los límites de la amnistía. Lo nunca visto.

Bolaños, el ministro que aglutina los tres poderes, no le da importancia al informe crítico de los letrados del Congreso sobre la inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía. Mantiene que existen otros dos dictámenes discordantes, pero se aferra sobre todo a la realidad política insoslayable de la pacificación de Cataluña, que es la pantalla recurrente a la que acude el Gobierno para justificar la claudicación a cambio de votos.