Cuatro Cosas

Que nadie piense mal, porque no es propósito de Anacleto ofender. Pero, como agente secreto que sigue siendo, no puede omitir algunos datos que oyó acerca del Xacobeo bianual que acaba de cerrarse. El primero, para resaltar el éxito, realmente notable, en su conjunto. El segundo, para una referencia a un asunto delicado. hay malestar en altas esferas con el Vaticano. Pero que nadie se moleste en negarlo o desmentirlo, como es habitual: haberlo, haylo. Yes.

Se detecta en sectores oficiosos –o sea, en los oficiales que no quieren que se consideren así– a causa de un asunto más bien delicado por la ausencia del Pontífice en los actos religiosos –o juveniles: una concentración con nombre diferente a la JMJ, “quizá para empequeñecer la ausencia”, dijo un malvado observador, creyente total– del Año Santo. Y no cabe explicar el asunto descalificando a quien haga referencia al asunto como “de extrema derecha”. Ojo...

Las críticas –veladas, pero firmes– tienen, como algunos antibióticos, “un amplio espectro”. Y tampoco se puede aludir a la Iglesia gallega, que con su arzobispo a la cabeza, hizo lo que pudo para lograr la presencia papal. Pero creedlo: al malestar existe, aunque nadie diga ni pío. Si acaso, los perversos recordaron como dato “curioso” que las audiencias recientes a políticos españoles fueron a Sánchez, a Yolandinha –Díaz– y Bolaños, el ministro de Presidencia y Rasputín del complejo de Moncloa. ¿No?

(Una cosa más, diferente. Le soplaron a avecilla que lo de Podemos en Galicia no va como pensaba su nuevo poncio. Pese a sus esfuerzos por disimular, no le va a quedar otro remedio que aceptar las condiciones que le ponen otros grupitos radicales del rojerío, para ver si así logran colocar a varios de sus militantes, que llevan esperando chollo desde que se fundó el tenderete. En el reparto, primero fueron los jefes, como manda la autocracia de toda la vida. ¿Capisci?)

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