Hemos vivido durante muchos años con una inflación muy baja e intereses cero o negativos, la pandemia la estamos dejando atrás y, según hablan médicos importantes, su superación está cerca, esto es muy importante no solo para parar las más de cien mil muertes que nos ha costado la pandemia, sino para empezar a vivir con confianza: el mundo económico y de los negocios empezará a despegar, la gran lacra que padecemos, que es el paro juvenil, se aminorará de una forma importante.

La inflación la tenemos ahí, nuestras materias primas, como el acero y sus derivados, se han disparado y esto tiene un efecto multiplicador. Hace unos cincuenta años el océano Atlántico era el área del desarrollo y del progreso, hoy se ha desplazado al océano Pacífico, con grandes países dinámicos como Japón, China y el oeste de los EE UU.

EE UU, Australia e Inglaterra han llegado a una alianza para frenar el ímpetu de China, no contaron con la vieja Europa, que cada vez es más vieja y materialista. Nuestros grandes líderes Adenauer, Margaret Thatcher y Angela Merkel han desaparecido o se han jubilado. En estos momentos estamos faltos de grandes líderes, tan necesarios para el bienestar de los países.

Nuestro país está en manos de un gobierno social-comunista que no inspira confianza ni en Europa ni en el mundo, bueno quizás en países fallidos como Cuba, Venezuela o Nicaragua... sí.

La inflación se nos viene encima y tenemos que hacernos a la idea de que nuestros hijos van a vivir peor. La inflación es imparable y tenemos que tener un gobierno capaz de afrontar las cosas importantes para aminorarla y no igualarse en la memoria histórica olvidándose de lo que ocurrió en la zona republicana en nuestra terrible Guerra Civil. Hay que evitar que el Gobierno del señor Sánchez provoque mas inflación, por desgracia no es así. Presionado por la vicepresidenta, señora Díaz, aumentando 15 euros desde el 1 de septiembre el salario mínimo, llevándolo hasta los 965 euros. Estamos con un Gobierno en plena tensión, lo que quiere nuestra ministra de asuntos económicos, señora Calviño, no es lo mismo que lo que quiere nuestra ministra de Podemos, señora Díaz, y eso es lo que ocurrió con la subida del salario mínimo.

Ahora que estamos a punto de vencer esta pandemia que nos ha paralizado tenemos que poner todas las fuerzas para salir de este gran agujero en el que nuestro país se encuentra con una deuda del 130% de nuestro PIB.

Hacen falta reformas y buscarnos buenos aliados que nos ayuden a resolver nuestros problemas.

Hay que aminorar en lo posible nuestra inflación porque si no viviremos mucho peor. Hay que premiar el esfuerzo individual a nivel personal, colectivo y empresarial, tenemos que aumentar nuestra productividad para que la subida de salarios no repercutan en los precios.

Nos faltan menos de dos años para las elecciones generales. Al señor Sánchez le crecen los enanos por todos partes.

El tiempo nos apremia y Sánchez intenta dar más carrete para mantenerse en La Moncloa. Los hechos son los que son y las próximas elecciones el pueblo soberano tiene que decidir y constatar que no está conforme con todos los manejos del señor Sánchez.

Ánimo y paciencia.

*Miembro del Club 55