La competencia a la que está expuesta Vigo, no sólo por parte del resto de los puertos gallegos de interés general, sino también, y de forma muy significativa, por algunos portugueses como el de Leixões, agudiza la necesidad de definir una estrategia con vistas a convertirlo en un puerto nodal competitivo. Esta estrategia tendría que estar basada en la modernización de los equipamientos, la automatización de los flujos de mercancías, la reducción de los procedimiento y cargas burocráticas, la innovación de los servicios y la renovación de sus estrategias comerciales, de marketing y de comunicación, como base para la diferenciación de su oferta y la consecución de un nivel adecuado a las exigencias de los tráficos actuales.

A tal fin, es necesario, a juicio de Logidigal, el desarrollo de una cultura empresarial orientada a la cooperación con el Puerto mediante la creación de los oportunos instrumentos, como el que aquí se propone, que no es otro que un Comité Marítimo-Portuario de Competitividad. Un Comité que debería complementar, por su composición y transversalidad, otros ya existentes, público o privados, e integrarse, en su caso, en el Consejo de Navegación y Puerto de la Autoridad Portuaria de Vigo, con objeto de que éste de cabida a empresas y organismos que no están presentes en otros órganos de aquella, aumentando así su representatividad.

Sus objetivos deberían estar centrados en el estudio y el análisis de diversas propuestas: en primer lugar, medidas de política económica que aumenten los ingresos netos, como una mayor eficiencia, calidad y superficie de las infraestructuras portuarias, y la mejora de la gestión y coordinación administrativas intraportuarias; en segundo lugar, medidas de política económica que reduzcan el coste de los factores, como el control de los precios de los servicios regulados que impactan en los costes de las empresas, el planteamiento de políticas comerciales, nacionales o internacionales, que contribuyan a la promoción del puerto, o el diseño de proyectos públicos de I+D+i; y, en tercer lugar, medidas de política económica que mejoren el margen bruto, como la planificación de cursos de formación.

*Secretario General de Logidigal