Una tercera mirada a la devoción de San Roque en Ourense es obligadamente la memoria de sus representaciones iconográficas que fueron al menos cuatro que hoy todavía conservamos, más otra que debió haber en Santa Eufemia del Centro para la que se construía un retablo, cuya traza conocemos ya avanzado el siglo XIX. En esta parroquia radicaba la Cofradía del Santo, trasladada desde el hospital y es probable que este retablo se destinase a la imagen que la Cofradía veneraba en el Hospital. La regla de la Cofradía de 1867 comienza diciendo que la Cofradía "establecida hoy en la Iglesia parroquial de Santa Eufemia del Centro de esta ciudad con aprobación de su Majestad, según Real Despacho de 23 de julio de 1862 y autorización del papa Pío IX", y señala que es ella la que el 16 de agosto festeja al Santo, día festivo por voto en el obispado. Sería largo enumerar las gracias recibidas en tiempos epidémicos y la Cofradía, unida a la de San Roque de Roma, declara en el capítulo 25 que "en caso de contagio o enfermedad epidémica se hará una solemne función y novena con procesión que deberá recorrer las calles de la ciudad y todos los años se celebra una función al glorioso Santo con la solemnidad y pompa posibles dando principio a su novena el 8 de agosto y concluyéndola en el 16 con misa solemne y sermón que predicará el párroco y director de espiritual, si lo tuviere por conveniente, y no haciéndolo, lo encargará la junta directiva; por la tarde habrá procesión por las calles que se designarán". Todo se pagaría con las limosnas. Celebraciones en las que, por supuesto, la imagen de San Roque tomaba especial protagonismo. No he podido aclarar cual de las imágenes era la protagonista de estos cultos. Pero hagamos el catálogo de las mismas.
Francisco de Moure
Bien conocida y documentada como la primera obra del escultor Francisco de Moure es la talla de La Catedral de Ourense, que comparte retablo con San Sebastián. Como reconoce la gran historiadora de nuestro escultor María Dolores Vila Jato en su libro "Francisco de Moure" (Xunta de Galicia, Santiago de Compostela-1991) "sorprende por su perfección y belleza". Es clara la adscripción al maestro por el contrato del 8 de noviembre de 1598 de la pintura con el pintor Manuel Dabelar donde se dice "que tomó a su cargo y se obligó a pintar la figura de bulto del Señor San Roque que hizo Francisco de Moure escultor para la dicha Cofradía la cual ha de pintar toda ella por delante y detrás estofado sobre oro por la traza y manera, con la orden y tan costosa como está la figura del Señor San Diego del Monasterio de San Francisco desta ciudad, y de tan finas y buenas colores como las figuras del retablo de la Capilla del Cardenal Fevos Rodríguez", siendo fiador el mismo Francisco de Moure, que presente estaba (AHDOURENSE--Protocolo de Francisco Fernández. Año 1598, folio 172).
La de Santa María Madre
Otra imagen de San Roque llegó a la Catedral en el año 1844 la dio un canónigo y al parecer por haber ya una de mucho mérito, se acordó se colocase en Santa María Madre. Allí estaba cuando en 1923 al hacerse cargo los Padres Paules, pasó con otras al Palacio Episcopal y será por tanto una de las dos que en el Obispado se conservaban hasta pasar recientemente al Centro de Restauración San Martín. El Acuerdo Capitular de 3 de junio así lo recoge: " Se trató de la colocación de la imagen de San Roque que el difunto señor Seijas encargó y donó a esta Santa Iglesia y por cuanto hay otra imagen de mayor mérito artístico en la catedral en altar titulado a su nombre y la nueva no corresponde o no debió corresponde a la intención y deseo del donante que se había propuesto donar una imagen de mayor mérito que la que hizo se acordó que se coloque en la sacristía de la Iglesia de Santa María la Madre y se den las gracias al señor Lectoral como testamentario del donante a quien además se le encomendará a Dios por su celo religioso y deseo manifestado de regalar una cosa buena a la Iglesia." (ACO-Actas Tomo 43) Será la talla barroca y de no mala factura, aunque lejos de la de Moure que representa al santo con sombrero con las dos llaves de los peregrinos a Roma y colocado sobre una roca que permite al escultor darle movimiento con el contraposto de las piernas.
San Roque del Hospital
Razonablemente suponemos que la talla de la Capilla del Hospital es la que, desde décadas, quizá desde la desaparición del Hospital, se ha venerado en la Capilla del Asilo de la Barreira, hoy centro de la familia. Talla elegante, repintada y restaurada presidió la capilla o al menos fue la imagen procesional del Hospital. El Asilo para huérfanos asumió algunas responsabilidades de la beneficencia pública, de ahí este traspaso de la imagen. La talla es anónima y de calidad dentro del arte local auriense que en el barroco conoce una intensidad sorprendente de maestros y talleres, cuyo estudio está por realizar. Se puede fechar en el siglo XVIII. Se toca con un sombrero de plata que tampoco es original de la talla en cuyo frente lleva entrelazadas las letras TGL, que corresponderán a las iniciales del donante.
De San Francisco
No podía faltar en la capilla de la Tercera Orden, un retablo e imagen del Santo porque San Roque era terciario de esta orden y, por tanto, objeto de una particular devoción por la familia franciscana. El Padre Doroteo Calonge en "Los tres conventos de San Francisco de Orense " (Ourense-1949, página 277) la documenta en 1766 como obra del escultor Antonio Rodríguez, que en 1766 cobró 200 reales por ella, siendo policromada por el pintor Carlos Rodríguez, a quien se pagó también la policromía del retablo. Como las imágenes de los franciscanos pasaron con la Desamortización al Obispado habrá que identificarla con la otra talla de San Roque allí conservada con cierto deterioro, pero representado como peregrino mostrando la llaga de la pierna. Es atípica esta talla, resuelta con cierta elegancia en el canon, en la disposición de paños y actitudes y fino y juvenil rostro.
Retablo en Santa Eufemia
La Cofradía de San Roque se asentó al salir del Hospital en la parroquia de Santa Eufemia del Centro, lo que explica la estación que en esta iglesia hace la procesión el 16 de agosto. No se conserva, sin embargo, ninguna imagen del Santo en ella, pero sí conocemos el contrato y la traza que hace la Cofradía en 1871 de un retablo. La traza dentro de los gustos neoclásicos del momento es del escultor Francisco Rey. Tras haber convocado a los escultores que entonces había, se le adjudicó por ser la postura más baja a Don Castor Seara, vecino de Ourense que la puso en 1.800 reales. Habría que comprobar si este retablo es el que actualmente está dedicado a la Inmaculada en el crucero derecho de la Iglesia. Al menos responde a un mismo estilo. (AHDOURENSE-Caja 110).
*Delegado de patrimonio de la diócesis y archivero de la Catedral.
