El juicio contra Audasa encerraba una pelea entre dos visiones del Estado. Las dos quedan retratadas, cada una a su manera. Una la protagoniza la Fiscalía de Pontevedra, que lejos de cruzarse de brazos ante el abuso -ahora no presunto- de los peajes durante las obras de Rande, quiso acción; tomó la iniciativa, y esta sentencia no es sino la constatación, aunque parcial, de que tenía razón. En la parte sombría de este claroscuro estatal se halla Fomento. Alineado al último minuto con Audasa por el miedo atávico a que un "efecto bumerán" le hiciera rascarse el bolsillo - chicolate do loro para tan gigantesco presupuesto-, la sentencia la deja en evidencia. ¿Cómo corregirlo? Fácil: descuentos, suprimir el peaje de Rande... Aunque eso, como alertó la semana el Ministerio, tiene su cara B. B, de igual beneficio para Audasa.