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El palacio de San José

El café Moderno se levantó a principios del siglo XX sobre la mayor parte de aquella histórica edificación y solo se conserva un ala colindante con la Oliva

La casa-palacio de san José, también conocida como la Torre de los Gago, probablemente es el edificio noble más desconocido y menos documentado de esta ciudad, cuyos orígenes parecen envueltos por una densa niebla. Nada que ver con la Casa de los marqueses de Aranda, del conde de San Román, de los condes de Maceda, etcétera.

Sobre la gran mayoría de las edificaciones históricas de esta ciudad existen numerosas referencias. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la mentada casa-palacio, de origen atribuido a las estirpes nobilísimas de los Gago y los Montenegro. Una vieja anotación señala su posible construcción por Antonio Félix Tavares de Sotomayor y Mariana Josefa Gago Mendoza de Oca, aunque sin acompañar al respecto ninguna documentación categórica.

Ese oscurantismo quizá obedezca a que su atalaya característica se derribó a finales del siglo XIX y, en consecuencia, la mayor parte del conjunto arquitectónico original perdió su seña de identidad más significada. No obstante, la actual familia propietaria conserva como oro en paño una antigua escritura que despeja algunas de esas incógnitas, sobre todo en cuanto se refiere a su configuración y dominio a mediados del siglo XIX.

Según dicha escritura, Antonio Telmo de Meneses Montenegro transfirió la propiedad a Juan Ramón López Gago y Agulla Cuña y Acevedo, caballero hidalgo de Solar Linaje, vecino del Ayuntamiento de Villa de Paredes de Coura, de la comarca de Valença do Miño. A su vez, el primero heredó la propiedad de su antepasado Antonio Montenegro. El notario pontevedrés Valentín García Escuero dató la citada transmisión el 18 de septiembre de 1869.

La casa-palacio de san José constaba entonces de torre, piso alto y bajo, con bodegas, almacenes y oficinas. La finca lindaba al Sur con la capilla del mismo nombre. A Poniente, con la Feria de Ganados y la calle de la Oliva. Al Norte, con el callejón de la Virgen del Camino. Y a Naciente con la granja de Francisco Paz y el río de la Tablada. Su extensión era enorme.

A grandes rasgos y en una trasposición al callejero actual, englobaría todo el interior de la manzana formada por las calles Augusto González Besada, Andrés Muruais, García Camba, Oliva y San José. Esta interpretación se desprende también de algunas ventas que desgajaron la superficie original, como consecuencia de un elevadísimo pago de derechos reales.

Unas referencias familiares adjudicaron la compra de la casa-palacio a Juan Ramón López Cubillo en 1876. Este empresario catalán dedicado al negocio del curtido de pieles se casó con Peregrina Paratcha Pasant y fue el primer López de una saga que llega hasta la actualidad con los López Mayán. Allí vivió la familia López-Paratcha, allí nacieron sus hijos y allí fallecieron los padres. La esquela de Peregrina en febrero de 1894 incluyó como casa mortuoria "el Palacio de san José" y su cadáver se veló en la capilla vecina.

La compañía ferroviaria de la línea que conectó Pontevedra con Carril y Santiago, expropió los terrenos necesarios a López Cubillo en el entorno de la estación, que pertenecían a la finca original. Y su hija mayor, Carmen López, vendió después las dos terceras partes de la casa-palacio al opulento indiano Bernardo Martínez Bautista a su regreso de Cuba. Entonces fue cuando perdió la llamada Torre de los Gago, que estaba en el centro, junto con su ala derecha. Y en el solar resultante se construyó el magnífico edificio del Café Moderno, donde el nuevo propietario estableció su vivienda familiar en la primera planta, con acceso directo al precioso jardín interior.

El Museo Provincial custodia un escudo de los Gago, que no está a exposición pública, y que describe Luís Francisco Messía en su libro "Labras Heráldicas del Museo de Pontevedra". Su donación se atribuye a Bernardo Martínez Bautista; pero el escudo podría no proceder de la torre sino de la capilla de san José, cuyo desmontaje se produjo en los años 40.

Carmen López Paratcha también vendió otras parcelas contiguas al ingeniero León Domercq Alzua, como ya contamos en otra crónica anterior. Así surgió la llamada "Casa del Notario" en la calle González Besada.

La mentada Carmen disfrutó de una notable proyección social y llegó a encabezar con la marquesa de Riestra, María Sampedro Mon y María Berasategui, un escrito avalado por 5.000 firmas y dirigido al conde de Romanones y al rey Alfonso XIII. Al primero mostraron su oposición a un proyecto gubernamental que suspendía la obligatoriedad de la enseñanza del catecismo en las escuelas, mientras que al segundo reclamaron su intercesión para lograr un mayor amparo de la mujer y de la madre.

No obstante, su hermano Benito fue el López Paratcha más conocido en su tiempo, puesto que regentó un almacén de música, la popular librería El Siglo y una administración de lotería. Además, ejerció muchos años como concejal y como directivo de la Cámara de Comercio. Y se casó con Leoncia Pereira, hermana de Virgina, la esposa de Alfonso Castelao.

Por ese motivo, en las primeras décadas del siglo XX, la casa-palacio de san José fue conocida popularmente como "la Casa de los Paratcha".

Antes de la Guerra Civil, la posesión pasó a manos de las hermanas Carmela, Amparo y Ángeles López Poncet. Solteras las dos primeras y casada la última con Ramón de Dios Otero. Su hijo Ventura, conocido por "Turiñas", formó con Alejandro de la Sota y Alfonsiño Castelao, un trío inseparable.

De sus tías solteras heredaron el tercio de la casa-palacio que sigue en pie los López Mayán, sus actuales moradores. De su antigua estructura solo se conservan las escaleras de madera que dan acceso a la planta alta. La vivienda disfruta de una franja de jardín interior de unos 250 metros cuadrados, con una camelia centenaria. Igualmente acoge la escultura de san José que ocupaba el frontal de la capilla vecina.

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