¡Qué poca importancia se da a los niños! Tan poca, que unos y otros juegan con su vida como simples pelotas, cual si no importaran las decisiones que toman los mayores respecto a su educación y cuyo único afán es el de ahorrar unos eurillos en materia tan sensible.
Según la RAE (Real Academia Española), el traslado de dos educadoras de la Galiña Azul de Carril a Vilaxoán sería un nuevo zasca de la Xunta a la política educativa de Vilagarcía después de la reciente bordería que supuso recortar la matrícula de un curso de 5º de Infantil en el colegio de al lado, el Rosalía.
Cierto que en Vilaxoán han construido un casoplón con todos los lujos y que a las dos veteranas profesoras del flamante centro se les han quitado las ganas hasta de degustar un brunch entre clase y clase.
Pero los niños de Carril, los actuales y los que han de venir, no tienen por qué sufrir un annus horribilis con otros profesores a los que no conocen, con los que existe un desapego que ya están costando muchas lágrimas, desgana, en una siesa situación que va a obligar a muchos padres y madres a mensajear con gran insistencia para que a sus hijos se les trate con la dignidad que les corresponde, ahora que en la RAE hasta se reconoce el término arboricidio.
La sensibilidad con los niños merece un concepto que dé soluciones. Pero tampoco sirven métodos como la homeopatía educativa que aunque pueden implicar alivio, hasta la RAE reconoce que no cura enfermedades.
Lo que sucede con la Educación en Arousa precisa una terminología compleja, con varias acepciones, pues las obras, el transporte, el comedor escolar, la falta de bibliotecas, las goteras, etcétera, etcétera, obligan a una gran reflexión. Quizás la fórmula no esté siempre en el burladero, lugar que el diccionario entiende como refugio para esconderse del ataque del astado en plena lidia.
Pero los padres tampoco lanzan mensajes antitaurinos. Solo quieren que sus hijos tengan el confort que les brinda un estado de bienestar como el que se conquistó en los últimos 40 años de democracia, una cita para que la Galiña Azul pueda aparecer en el nuevo diccionario con el sinónimo de compromiso.
