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la mirada

Maquinaria electoral, en marcha

A tenor de los visto ayer en O Hórreo, ya estamos inmersos en la precampaña electoral

La maquinaria electoral del PPdeG está en marcha. La semana pasada los populares retocaban su imagen corporativa con un logotipo que reduce el papel de sus siglas y da todo el protagonismo a la palabra Galicia. Ya lo habían hecho en la campaña electoral de 2016, con un lema en el que la estrella era Galicia y en cambio había que ponerse las gafas para encontrar las siglas del PP.

Y ayer Alberto Núñez Feijóo llegó al Parlamento al último Debate del Estado de la Autonomía de la actual legislatura con dos mensajes claves: "Soy militante de Galicia, ni fui ni seré nunca rehén de un partido" y "Los gallegos pueden contar conmigo" en el reto de "garantizar un futuro cierto para los próximos doce años" . Ya estamos inmersos en la precampaña electoral. Esto no hay quien lo pare.

El presidente de la Xunta no confirmó oficialmente su candidatura en las elecciones autonómicas, pero dejó entrever con claridad su intención de repetir. Uno no proclama que su compromiso "con Galicia está más vigente que nunca" si este compromiso está a punto de caducar porque en unos meses piensa anunciar su retirada, y uno no dice a los gallegos que pueden contar con él en el reto de conseguir una Galicia mejor "para los próximos doce años" , si ya está preparando su marcha. Falta el comunicado formal, pero la decisión parece tomada.

Los anuncios para la recta final de legislatura, con ayudas a las familias y los jóvenes, también tienen un claro acento electoral.

Y el marco esbozado desde la tribuna por el líder del PPdeG, contraponiendo la estabilidad de Galicia con la incertidumbre que se vive a nivel estatal, también dibuja el relato que los populares quieren fijar en la mente de los electores de aquí a la campaña electoral: Galicia, con el PP, será sinónimo de "planificación, rigor, responsabilidad, seguridad, estabilidad, moderación, centralidad, unida", y lo contrario, una Xunta en manos de la cooperativa de la oposición, supondrá "incertidumbre, división, trincheras, incumplimientos, chantajes, ...".

El presidente de la Xunta aprovechó para anunciar que habrá presupuestos en 2020, pese a que no tiene garantizado en su totalidad los 700 millones que le adeuda el Gobierno central. No había otra opción, aunque amagó con no presentar proyecto. En año electoral, necesita presupuestos para lanzar medidas nuevas, como la guardería gratis para los segundos hijos o ampliar el cheque bebé hasta 2.400 euros para el tercer hijo. Dos buenas noticias, pero dejan al margen a la mitad de las familias que cada año toman la decisión de tener descendencia. El año pasado, nacieron 16.561 niños: la mitad fueron los primogénitos de la familia, y algo más de seis mil eran los segundos y solo 1.022 fueron los terceros.

¿Y la oposición? Pues pusieron el acento, como no podía ser de otra forma, en las sombras de la gestión de Feijóo, que las tiene, aunque al presidente se le olviden al hacer balance (sanidad, la pérdida de las cajas gallegas, ...), pero cada fuerza fue por su lado, y tan acostumbradas están a criticar, que nos quedamos sin saber cuál es su alternativa para Galicia en 2020 y si serán capaces de entenderse. Ya no basta con que el proyecto de Feijóo está "agotado" tras diez años en el poder. ¿Qué harán ellos si toman el poder?

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