Las investigaciones sobre enfermedades mentales, aumentan cada día. Entre muchas otras, son importantes las líneas de investigación dirigidas por doctores como el Profesor V. Hugh Perry, Profesor Emérito de Neuropatología Experimental en Ciencias Biológicas en la Universidad de Southampton, y en concreto los temas relacionados con "La inflamación en el sistema nerviosos central, SNC, y su aporte a la enfermedad neurológica". Igualmente hay que destacar los trabajos de investigación del Dr. Jeffrey Meyer, del Centro de Adicción y Salud Mental, en Toronto, (The Lancet Psychiatry). Los hallazgos ponen de manifiesto que muchos efectos neurodegenerativos, provienen de una depresión sin tratar, cronificada. En el caso de la depresión mayor, las recaídas suelen ser frecuentes. Además de otras posibles causas. Por ello es importante que las personas condepresión, cuando no respondan a un tipo de terapia, intenten buscar otra opinión.

Las consecuencias son desastrosas, ya que con el menor aporte de oxígeno al cerebro por la neuroinflamación, se deteriora la capacidad mental y cerebral, afectando a la producción de neurotransmisores, y bloquea y perjudica importantes componentes de la dinámica cerebral, que organizan el funcionamiento de mente y cuerpo, con lo cual, se generan otras graves enfermedades, daños colaterales. Los hallazgos de esas investigaciones también constatan otros datos, como es la reducción del tamaño de varias estructuras claves del cerebro relacionadas con las funciones de atención, planificación, resolución de problemas, memoria. Impactando en la concentración, con escasa claridad mental. El proceso cognitivo también queda deteriorado, la toma de decisiones, la memoria, la concentración, la capacidad para relacionar hechos y datos, la creatividad para resolver problemas, entre otros, y también está afectado el potencial para superar desafíos y situaciones del día a día.

A nivel de relaciones también tiene un impacto brutal. En resumen, las investigaciones revelan que los individuos sufren las consecuencias, que impactan en sus vidas, alterando el normal funcionamiento cerebral debido a la duración de la depresión sin tratar, presentando un mayor grado de inflamación cerebral. La depresión es como una nube oscura que todo lo tiñe de negro, y que con su permanencia en el sujeto deja importantes cicatrices en la mente, el cerebro, el cuerpo, y el conjunto de la persona. Ese proceso degenerativo se va agravando con la depresión cronificada.

Según las investigaciones, las complicaciones se instauran después de sufrirla entre nueve a doce meses. La paradoja de una persona enferma con depresión, y que a veces no entienden en su entorno, es que lo pasa fatal, y no busca tratamiento. La explicación más plausible es que al ser una enfermedad con mucha negatividad, el sujeto tiene la mente bloqueada e inhibida por diversas defensas mentales, como la negación que le impiden hacerle frente.

Las defensas intervienen distanciando al sujeto de las vías de solución, son trampas mentales. Unas veces cree que es así su forma de ser y no tiene salida, otras no consideran que sea problema, o bien que intentaron antes y no consiguieron, o su propia negatividad les impide valorar que exista algo beneficioso para salir de ella.

En estos casos son los propios recursos humanos como la familia y apoyo de amigos o compañeros, los que les pueden ayudar a tomar la decisión para solicitar tratamiento. Alguien cercano que consiga convencerlos para superar la enfermedad, y una vez en la consulta que el terapeuta psicológico, les infunda valor para poder afrontarla. El especialista en Salud Mental le ayudará a que desarrolle estrategias hacia la solución.

*Psicóloga