Se ha vuelto a reabrir el debate sobre la fábrica de celulosas que Ence tiene en Pontevedra, con motivo del allanamiento de la Abogacía del Estado en el pleito del ayuntamiento de Pontevedra por su oposición contra la renovación de la concesión administrativa otorgada por el Gobierno de la nación hace un par de años cuando lo presidía Mariano Rajoy. Se trata de un problema jurídico pero que tiene una gran repercusión en el ámbito de la economía gallega, dado que las empresas de celulosas utilizan como materia prima maderas que son abundantemente producidas por el sector forestal en Galicia.
Ahora que varias industrias están amenazadas de cierre en Galicia, como es el caso de Alcoa, Poligal, etc, vuelve a estar en la palestra el caso de Ence, que furibundamente es atacada por diversas fuerzas políticas locales y también presentes en el Parlamento de Galicia, manifestando una clara irresponsabilidad, debido a que los puestos de trabajo industriales son de alta calidad y muy difíciles de implantar. El sector forestal gallego es un bien a sostener y defender, muchas familias vinculadas a la agricultura mantienen explotaciones madereras, menos de las que se podría tener, dado que ha sido recientemente denunciado por representantes del sector, que más de 700.000 ha. de monte están literalmente abandonadas.
Esta fobia a Celulosas, marcadamente por políticos nacionalistas, manifiesta una clara cortedad de miras. Si algo ha de defender un nacionalista son los sectores económicos de su país. Aquí no se trata solamente de una industria, se trata de un importante eslabón en la cadena de valor del sector forestal. Si se pierde ese eslabón la cadena queda alterada y pierden todos, principalmente nuestros conciudadanos dedicados a la agricultura que verán perder importantes ingresos que obtienen de la explotación maderera.
En fin, puestos a cerrar podemos cerrar todas las empresas que están ubicadas en el litoral, por tanto, los astilleros navales que ocupan grandes espacios en la costa, muchas fábricas de conservas ubicadas en el litoral, también podemos cerrar espacios portuarios que ocupan con rellenos terrenos ganados al mar y así un largo etc. Lo propio de las sociedades avanzadas es establecer normas medioambientales y cuando se cumplen dejar a las industrias trabajar para producir la riqueza y los puestos de trabajo que necesita el país.
*Economista
