La rebelión socialista de Moaña contra Marta Freire tiene su origen en la conducta que la portavoz y teniente alcalde de la localidad mantuvo en este mandato. Ejerció de escudera de la alcaldesa nacionalista Leticia Santos y en ningún momento se reveló contra su jerarquía, ni tan siquiera la hostigó en demasía para recordarle que el gobierno era bipartito. Y fue su cómplice de aventuras a nivel local en asuntos en los que muchos de sus compañeros no estaban de acuerdo, sobre todo en su silencio. Eso, y su propio desapego al partido a nivel local, al que dejó por los cantos de sirena de la ejecutiva gallega.