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Tenemos para un año de angustia

Como esta semana han empezado los trabajos de ubicación del nuevo colector por la Avenida de Ourense, obra muy necesaria según dicen, no podemos dejar de comentar la situación creada. Tras la retirada de los árboles (¡que pena!) crecieron a lo largo de la avenida vallas y luces de peligro y desaparecieron cientos de plazas de aparcamiento de las que Marín está carente lo cual supone, por un lado, el lógico cabreo de quien busca desesperadamente un lugar donde aparcar su vehículo sin lograrlo hasta dar ciento y pico de vueltas al casco urbano para acabar colocándolo "donde puede" procurando no perjudicar la circulación ni el tráfico. Ello conlleva la "actividad vigilatoria" de la Policía Local a la que, quienes gobiernan el cotarro, deberían explicar u ordenar que para eso están, que mientras las dichosas obras duren (y se estima que no será menos de un año), tendrán que ser comprensivos porque el ciudadano que paga religiosamente su viñeta, y si no le embargan, no tiene culpa de que, no haya estacionamientos alternativos que dicen que se están buscando cuando, si los hay, deberían ya ser una realidad antes de empezar a romper la calle. Y me pregunto cómo no habrán gestionado la retirada de las piedras amontonadas en Méndez Núñez y acordado algo con los propietarios de la gran explanada que se ha generado con los derribos de casas viejas. Ahí estaba la solución pero?

Remiendos

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