| Igualdad en política. El viernes 5 de octubre el alcalde Vilanova, Gonzalo Durán, se refirió a la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, como "la chacha para todo" de Abel Caballero. PSOE, En Marea y BNG condenaron "el insulto machista" del regidor y exigieron su dimisión. El PPdeG se limitó a considerar que las declaraciones "no eran acertadas" y, tras recordar invectivas machistas lanzadas por sus rivales, zanjó la polémica con un "nadie está en condiciones de exigir o dar lecciones". Es decir, como los demás lo hacen nosotros también. ¡Muy educativo y edificante!
En Madrid la diputada del PP Beatriz Escudero comparecía el pasado martes acompañada de sus compañeras de partido en el Congreso para denunciar que el parlamentario de ERC Gabriel Rufián le había guiñado un ojo y le había llamado "palmera". Lamentó "la falta de empatía" de los diputados presentes del PSOE, Podemos, Ciudadanos y EH Bildu. ¡Parece que la capacidad de indignación de los políticos es mayor si la atacada comparte carné de partido!
Carmela Silva y Beatriz Escudero no son las primeras políticas a las que se les juzga en función de su género, y no en función de su gestión pública, y por desgracia no serán las últimas. Se las ningunea presentándolas como chachas o palmeras. Carmela Silva, licenciada en Derecho, es la primera mujer que preside la Diputación de Pontevedra y maneja un presupuesto anual de 157 millones de euros. La diputada Beatriz Escudero es licenciada en Derecho y fue magistrada suplente de la Audiencia Provincial de Segovia y profesora en la Universidad a Disancia. Silva y Escudero tienen derecho a ser tan buenas o tan cafres en su puesto como otros presidentes de Diputaciones y otros diputados, y tienen derecho a que se les critique por lo mal que lo hacen, no por ser mujeres. ¿A qué no se imaginan a un político llamando "chacho" o "palmero" a otro? Tampoco gordo, feo, puto o mal follado, como le han dicho a mujeres de la esfera pública de este país. ¿Qué tendrá que ver el cuerpo o la vida sexual de una mujer con su acción política? ¿A qué tampoco se imaginan a un diputado, un alcalde, ... mandando a un oponente a "fregar suelos" o a "servir en un puesto de pescado" como le 'recomendaron' a Ada Colau o a "hacer punto de cruz", como le dijeron a Fátima Báñez. La cuestión es que algunos de nuestros dirigentes con sus declaraciones siguen transmitiendo la idea de que el lugar natural de una mujer es siempre en segundo plano, en una posición secundaria, no de poder. Criticamos la publicidad sexista que cada Navidad intenta 'vender' muñecas y cocinitas para las niñas y coches y balones de fútbol para los niños porque perpetúan roles de género, estereotipos del ideal de hombre y mujer. ¡Ellos mandan y ellas cuidan de la familia y limpian la casa! Y muchos de nuestros políticos hacen lo mismo. Podemos sentirnos ideologicamente cercanos o lejanos a Carmela Silva y otras políticas, pero debemos rechazar que se les juzgue en función de su género, y no de su profesionalidad. Y los insultos continuarán si se mantiene la impunidad, si no pasa nada, si sale gratis. Si los suyos solo ven "desacertadas" sus palabras o guardan silencio.
| El PSdeG. El secretario xeral de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, sorprendía esta semana, con la convocatoria de elecciones primarias para designar candidato a la Xunta. Han leído bien: ¡A la Xunta! Faltan dos años para agotar legislatura, no parece que Alberto Núñez Feijóo tenga intenciones de adelantar los comicios, antes hay que preparar los comicios locales y europeos de mayo próximo, y de las grandes ciudades, solo en Vigo y Lugo se sabe quién será el candidato, pero por se acaso el PSdeG ya va a designar candidato a la Xunta. Suena raro, ¿no? Más allá de las intenciones de Gonzalo Caballero con esta maniobra, cabe preguntarse si el secretario xeral, que acaba de cumplir un año al frente del PSOE gallego, ha ampliado sus apoyos desde que ganó las primarias para tomar las riendas del PSdeG. Los socialistas de A Coruña y Lugo han dejado claro que no les ha gustado la decisión. Tampoco ha convencido a los socialistas de Pontevedra. La decisión de Gonzalo Caballero, no pactada con los barones provinciales, ahonda en la brecha interna que sufre el PSdeG. Gonzalo Caballero podrá ser el candidato a la Xunta pero la duda es si con esta práctica se garantiza el apoyo de la estructura del partido para ganar las elecciones. Porque ese debería ser el objetivo.
| En Marea. A finales de septiembre, el portavoz del partido instrumental, Luís Villares, advertía de que los cinco diputados gallegos de En Marea en el Congreso no votarían a favor de los Presupuestos de 2019, si el Gobierno de Pedro Sánchez no atendía demandas como el traspaso de la AP-9 o la recuperación del Pazo de Meirás, ... "No vale solo con contentar la agenda política de Unidos Podemos. Tiene que producirse la satisfacción de la agenda política de En Marea. La de Unidos Podemos será condición necesaria, pero no suficiente", aseveró entonces Villares. Sin embargo, el jueves, Pablo Iglesias firmaba en La Moncloa con el presidente del Ejecutivo central un gran acuerdo, que incluía el sí de los 71 diputados de su grupo parlamentario, incluidos los 5 de Galicia, a las Cuentas. Las demandas gallegas se negociarán a partir de ahora. No tiene mucho sentido. Iglesias ya ha comprometido el apoyo, ¿se volverá atrás por En Marea si no se atienden sus demandas? ¿A quién obedecerá Antón Gómez Reino, Angela Rodríguez, ambos de Podemos, o Yolanda Díaz, de Esquerda Unida, si Villares opta por el no?